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─ ¡Buenas! ─ La voz hizo eco en la sala de espera

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─ ¡Buenas! ─ La voz hizo eco en la sala de espera. Giró ─ Señorita, es un placer conocerte por fin sin distracciones.

Su labio inferior empezó a temblar. ─ ¿Papá? ─ las inundaciones de sus ojos empezaron a hacer presentes. ─ ¿Fallecí?

─ No llores ─ se acercó preocupado colocando sus manos en mejillas. ─ ¿Que hago? No pensé que fueras llorar, no tengo para secarte las lagrimas. Ya shh, basta que después lloraré ─ Su mano pasó por su rostro riendo por lo que dijo.

─ ¿Donde estoy? ¿Por qué estás aquí conmigo?

─ Estás en el aeropuerto y porque soy tu papá. Déjame darte un abrazo. ─ La diferencia de estatura se podía notar aunque los dos a plena vista se vieran como de la misma edad. ─ Te he visto todo este tiempo y estoy orgulloso de ti. Lo has estando haciendo muy bien..

Se separó del abrazo y se fue a sentar en las sillas.

─ Se que te puede hacer extraño, la última vez que nos vimos no fue un bonito encuentro, pero.. en mi estancia aquí pude ver todo lo que me perdí contigo.

─ Es raro, yo.. te odiaba. Te odiaba porque no pudiste ser un padre para así como lo fuiste con ellas. ¿Que fue lo que me faltó?

─ Nada, absolutamente nada. ─ Negó ─ Mi inmadurez te hizo todo esto pero todo lo que te ha pasado ha sido por influencias de otras personas y por tus mismos pasos. ─ Hiro recordó todo lo que había hecho en Hiroshima y en shibuya. ─ Sobre eso, si estuvo mal. Tu padre hizo lo mismo en el lugar en donde nació.

─ ¿En serio? ─ Lo miró empatizando, la única persona que estaba entendiendo ese dolor que sentía era Suguru. ─ ¿Y los abuelos?

─ Satoru los salvó, sabes que el siempre ha estado ahí para nosotros. ─ Sonrieron. ─ Ese tipo tiene algo con los Geto.

─ Si, es extraño. ─ Suguru miró de reojo a Hiro. ─ ¿Y mamá?

─ No puedo contarte mucho de ella, odio admitirlo pero no fuiste planeada y tú madre tampoco la conocí a profundidad.

─ Comprendo, ¿Por qué te alejaste de Satoru? ¿Por qué te alejaste de todos y te volviste el enemigo?

─ Bueno eso fueron muchos factores, principalmente la muerte de Riko Amanai. Aunque Satoru fue mi mejor amigo no notó en el estado mentalmente en el que estaba, y yo solo quería que dejáramos de ser unas armas para los débiles.

─ Lo siento mucho. ─ Puso su cabeza en su hombro. ─ ¿Lo extrañas? ─ Bajo la mirada y sonrió. ─ ¿A ese tonto? Es una espinilla en el trasero. ─ Hiro no se pudo contener la risa, era cierto. Satoru a veces era una migraña.

─ Por dios, es eres la viva copia de Suguru.

─ ¿Nanami? ¡Nanami! ─ Corrió hacia los brazos del rubio quien llevaba un peinado extraño a su parecer. ─ ¡Así eras de joven! ¡Pareces emo! ─ Un gesto de fastidio y las risas de Geto resonaron.

𝗦𝗘𝗖𝗢𝗡𝗗 𝗖𝗛𝗢𝗜𝗖𝗘  © | Yuuta Okkotsu  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora