𝟑𝟖 : El finɑl de un comienzo

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El ambiente lluvioso y silencioso no más por las gotas que chocaban en los paraguas, los presentes vestidos de negro mirando una fotografía del oji-azul con la mirada calmada y una ondulación en sus labios

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El ambiente lluvioso y silencioso no más por las gotas que chocaban en los paraguas, los presentes vestidos de negro mirando una fotografía del oji-azul con la mirada calmada y una ondulación en sus labios.

Algunos trataban de calmar sus sollozos y otros solo miraban el punto en silencio. las gotas que rodaban en su mejilla al igual que en el paraguas negro cayeron al suelo.

Hiro soltó un suspiro roto botando humo del caliente de su aliento. Ella fue la primera en llegar y la última en irse junto al pelirosa.

El chico fue llamado por Nobara dejando una toque en la espalda de ella para dejarla sola.

Hiro se arrodilló hacia la tumba del chico mirando la fotografía y las flores blancas, pasó su mano sobre la tierra ignorando la suciedad que le daría ya que estaba mojada.

El aura de su poder empezó a formar el pentaculo invertido alrededor de la tumba de Megumi, las palabras difíciles de escuchar empezó a recitar Hiro en susurros.

─ Sabuesos del Cielo, del Infierno y de la Tierra...Guardianes del Portal. Los invoco para que me ayuden a resucitar al hijo caído

Nos si vocare te....

Me inclino ante el portal que separa al mundo de los Vivos del mundo de los Muertos. Con humilde gratitud pido que se abra.

Aperi ianuam...

Espíritus profanos, les ofrezco una vida a cambio de otra. Poderoso Señor Oscuro generador de fuego que tu poder sea mi camino y tu voluntad mi deseo.

Vita est vita...

Invoqué a los sabuesos. El portal está abierto. El precio se pagó en sangre. Megumi Fushiguro, te suplico. Levántate.. ─ abrió sus ojos al ver que no había rastro de el nada más que su foto. ─ Por favor.. ─ Dijo en un silbido sollozando.

Tú hechizo no funciona si yo no tengo el deseo de volver  ─ Apareció el de cabello puntuado sentado a un lado de su foto.

─¿Hay una razón en específico? La maldad se ha ido. kenjaku y Sukuna han muerto y la balanza sigue en pie.. ¿Que te detiene volver?

No deseo quitarte la vida para seguir viviendo, si este fue mi destino lo acepto. Deje a personas que al final algún día hubiera tenido que dejar..

─ Pero hubieras tenido una larga vida, puedes tenerla..

Pero te la quito a ti. Además, tú no me asesinaste, fue Sukuna. ─ Empezó a jugar con un poco de tierra. ─  Desvanecí unos segundos antes de tu matarlo a él. Entiendo tu posición, se como están los demás y el dolor que tienen, pero con el tiempo sabrán vivir con ello.

─ Todos te necesitan, Megumi. ─ Hiro recogió sus rodillas y se apoyó en ellas.

Yuuta te necesita a ti, Satoru, Maki.. No te minimices por algo que no tuviste la culpa. No te conocí como quería pero eres lo que Satoru maravillas contó sobre ti. No estás rota, solo tienes grietas y ninguna será tan grande como para no arreglarse.  ─ El chico se puso de pie y pasó por su lado dejándola atrás por última vez. ─ Dile a Yuuji que si muere lo mataré cuando llegue aquí.

Un escalofrío agradable llegó a su cuerpo, las velas que estaban se encendieron nuevamente aunque su tallo estaba húmedo por la lluvia.

Hiro trago el aire hondo y lo soltó descargando la culpa que tenía.

─ ¿Estás mejor? ─ Llegó su novio con una toalla, había mirado de lejos que la chica parecía no estar sola y dejo que la lluvia la mojara.

─ Si.. ─ se colocó de pie quedando frente a él ─ Estoy mucho mejor, Yuuta..



































2 años después

─ Atrápala. ─ Tiró la pelota, el perro a velocidad fue a buscarla tirando al suelo a yuuji. Hiro estalló de risa al ver la escena.

Nobara en vez de ayudar a su compañero, acompañó a Hiro con la risa. Inumaki tomó foto del momento mientras que Yuuta llegaba con los tazones de comida.

─ Ven, amigo. ─ Llamó a su mascota. ─ Pollo allá y carne aquí. ─ Organizó la comida que iba a cocinar.

─ No te atrevas a tocar mi parrilla, okkotsu. Esto es sagrado para un digno de sangre pura como yo.. ─ Dijo Satoru con un delantal y su conjunto de verano del más caro que había en la tienda.

─ Te recuerdo que somos familiares lejanos. ─ Pasó al lado de Hiro plantándole un beso en su mejilla.

─ Eso te hace más bastardo.

─ ¡Más respeto! ─ Regañó la pelinegra apuntándole con la espátula. ─ Vengan todos, quiero tomar una foto de este recuerdo.

Los presentes se empezaron a acercar y amontonar para aparecer en la foto. Todos salieron sonriendo, la foto unos segundos después se imprimió y Hiro quedó mirándola con amor.

Tenía una familia, inmensa familia que la ama y no la culpa por ese 24 de diciembre de 2018. Abrazo la foto en su pecho con nostalgia por las personas que pudieron haber estado en ellas..

Alzó sus ojos hacia el bosque de la casa de satoru con la mirada seria, entrecerró sus ojos sin apartar su vista.

Vio una cabeza de un niño asomarse en uno de los árboles, su piel era pálida, los ojos eran de color blanco y su cabello color pelinegro.

─ Cariño, ¿Me ayudas dividiendo la ensalada? ─ Dijo su novio.

─ Si.. enseguida. ─ Lo miro para darle una cálida sonrisa, devolvió su vista nuevamente hacia el lugar por un corto rato pero esta vez sin ver nada fuera de lo normal. ─ Deben ser alucinaciones ─ Dijo a sí misma llegando hacia la mesa.

─ Preciosa. ─ Beso Satoru su frente con ternura. ─ La parte de mi ensalada cámbiala por el doble de la carne. ─ Todos renegaron ante su petición haciendo reír a la presente.

Miro a Yuuta quien le lanzó un beso y siguió en lo suyo. Todo estaba en calma.. era un día común y celebre ese 24 de diciembre de 2020.

¿Verdad?

Fin.

𝗦𝗘𝗖𝗢𝗡𝗗 𝗖𝗛𝗢𝗜𝗖𝗘  © | Yuuta Okkotsu  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora