I See red [SpiderShield]

Capítulo 5. Abismo

He tenido tiempo para pensar, para degustar, para sufrir y llorar. No soy la misma y no despierta igual cada día.
Un día quiero morir al día siguiente vivir.
Pero así es esto
Tenga paciencia para esta escritora.

Gracias por pasarse a leer y votar. Por eso escribo. Un abrazo mi querido lector.

***

Cerrar la puerta cómplice con rumor de caricia,
deshojar hacia el mal el lirio de una veste
-La seda es un pecado, el desnudo es celeste;
y es un cuerpo mullido, un diván de delicia.-

Abrir brazos...así todo ser es alado;
o una cálida lira dulcemente rendida
de canto y de silencio...más tarde, en el helado
más allá de un espejo, como un lago inclinado
ver la olímpica bestia que elabora la vida...

Amor rojo, amor mío;
sangre de mundos y rumor de cielos...
¡Tú me los des, Dios mío!

Delmira Agustini

***

Peter llevaba casi un mes recluido en su habitación, apenas dormía, apenas comía y sus ojeras bajo sus ojos dejaban claro su estado anímico. Según las costumbres, el luto de cualquier pérdida debía durar al menos 31 días así que tenía tiempo ¿Para que? No lo sabía con exactitud, pues escapar de aquello no era una opción, dejar WinterWolf parecía una locura a estas alturas dado que HYDRA seguro estaba cerca, merodeando.

Recibió la carta de su padre con las debidas condolencias y Tony le aseguró que el cuerpo de su tía sería velado según las costumbres, también agregó que acompañarlos en el ritual seria imprudente de su parte así que se perdió del sepelio y todo lo relacionado.

El rey de WinterWolf de verdad cumplió su palabra, ha sido atento a sus necesidades y amable hasta rayar en la incomodidad para ambos. Peter en su rabia y dolor, se afanó por hacerle los pedidos más inverosímiles y Steve Rogers cumplió cada uno. A veces incluso le daban ganas de echarse a reír  con la cara de exasperación del alfa pero muy bien disfrazada de condescendencia.

-Han sido demasiadas lunas dentro de estas cuatro paredes-una voz dulce hizo leve eco en la habitación de estar-

Peter dió un respingo. Frunció el ceño ante la presencia de la mujer, ya le había visto a lo lejos por los ventanales hablando con el rey. La madera crepita levemente en la chimenea, en el silencio donde ambos se estudian.

-No es muy cortés entrar sin antes anunciarse-respondió después de un rato de evaluar si esa mujer es de fiar, sus instintos dicen que si. Peter habló sin destensar la mandíbula y con los puños cerrados-

-Y un tanto más no presentarse a las condolencias de los caídos en la batalla, más si sus vidas fueron tomadas mientras defendían la suya-dijo ella con la misma calma-lamento que mi falta de modales le parezca tan desagradable, no ha sido mi intención ofenderle-

Peter giró su cuerpo para quedar frente a la pelirroja. Sus palabras le hicieron mella, era verdad que se hizo un ritual también en WinterWolf, se sintió más culpable aún.

-Yo no..-

-No se preocupe su alteza, es entendible. No he venido aquí a emitir juicios ni señalar errores. Cualquiera en su lugar estaría igual-dice con la misma calma-