Capítulo 6. En la guerra y en el amor.

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Gracias por pasarse a leer, votar y comentar. Esto va lento pero seguro.

Enjoy!

***

El tiempo que la barba me platea
cavó mis ojos y agrandó mi frente,
va siendo en mí recuerdo transparente,
y mientras más el fondo, más clarea.

Miedo infantil, amor adolescente,
¡cuánto esta luz de otoño os hermosea!,
¡agrios caminos de la vida fea,
que también os doráis al sol poniente!

¡Cómo en la fuente donde el agua mora
resalta en piedra una leyenda escrita:
el ábaco del tiempo falta una hora!

¡Y cómo aquella ausencia en una cita,
bajo las olmas que noviembre dora,
del fondo de mi historia resucita!

-Gerra de amor-Antonio Machado

***

¿En qué maldito momento perdió la cordura? No lo comprende aún. Desde que se encontró con ese Omega, todo su cuerpo reaccionó de manera irracional. Steve Rogers siempre se había jactado de ser recto, sencillo, maduro, hombre de honor y palabra.

Y ahora se hallaba ahí, besando perdidamente a su prometido, quien le volteó el mundo en menos de un mes. El alfa se aferraba a ese pequeño cuerpo cálido, pese a las reglas, pese a los protocolos porque si bien no podía dominarse cuando le tiene cerca. Algo dentro de sí se detonó con el primer contacto en aquel río, su alfa gruñe y pide a gritos dentro de él que acate su lugar, su destino. Y todo práctico como es Steve, después de meditarlo bastante tiempo, hablarlo con su consciente y admitirlo decidió mejor había de seguir sus instintos.

Hubo que considerar sus acciones, y romper su compromiso con Sharon Carter, pues como bien el honor y su palabra estaban en juego, la plática obligatoria con la omega rubia fue además de complicada, muy difícil. Steve hizo promesas a la rubia en el pasado, habían crecido juntos, tenido su primer celo juntos. Toda una historia detrás que sin más debía dejar, y aún que así fuera, siempre querría a la chica por qué fue lo que alguna vez quiso en su momento. Así que aquella plática fue complicada en muchos sentidos y por supuesto la Omega no estuvo para nada de acuerdo con su decisión.

Sharon le sugirió un harem, y Steve dijo que no desea tenerlo, aunque siendo rey podía hacerlo, incluso la omega rubia le rogó ser una de ellas pero él se negó. Ella no merecía reducirse a eso, ni Peter merecía tener que someterse a aquella cuestión. Además el contrato de arreglo entre su padre y Stark lo prohibía, y no solo eso, para colmo y desgracia su alfa solo llamaba a un Omega.

Steve terminó su compromiso con la chica, dolido y avergonzado de no poder cumplir lo que le había dicho desde pequeños. Pero el deber llamaba, el honor y también la naturaleza misma: su alfa dio la sentencia esa mañana, al ver al Omega llegar al campo de entrenamiento, con su perfume dulce y su cara de ángel. Ese precioso chico que ahora estrecha entre sus brazos y degusta a placer.

En algún momento, Steve atrapó a Peter entre su cuerpo y la pared, quién en respuesta se aferró a las ropas de su pecho buscando lo mismo que Steve, el mayor contacto posible. Después de besarse apasionadamente por quién sabe cuánto tiempo, fue el chico quien se despegó de golpe.

-¡No!, esto no...no es correcto..no está bien-sisea intentando recuperar el aliento, Peter pone distancia en un leve empujón.

-Hace un momento no le pareció así -responde Steve con el seño fruncido intentando inútilmente respirar calmado. Estaba empezando a hartarse de esas señales confusas.

I See red [SpiderShield] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora