Capítulo 4

161 14 7
                                    

-¿Eh? ¿Por qué? -preguntó con cierta duda. Nunca había sido rechazado por otro hombre a tener relaciones sexuales... A decir verdad, es la primera vez que lo pedía, siempre tenía hombres detrás de él para poder hacerlo.
Le resultaba algo extraño ser rechazado, siempre había pensado que era una persona dotada de un gran cuerpo y de belleza.
-...¿No te parezco lindo? ¿Es eso? -decia mientras su rostro se deprimía, por primera vez se estaba sintiendo algo inseguro acerca de sí mismo.

-¡...No para nada! No es eso. - reaccionó rápidamente. -De hecho las veces que te he tenido que ver desnudo ya sea la situación repentina... Siempre me te me has hecho muy atractivo pero... Simplemente no puedo. -Dijo, apartando la cesta y mirando al suelo. -Es simplemente que me recuerdas mucho a mí hijo mayor... El cual ahora mismo debe de tener tu misma edad... Es sólo eso. -dijo de manera honesta y sincera. -Lo siento, pero definitivamente no puedo acostarme contigo. Hay algo dentro de mí que lo impide.

Douma escuchaba sus palabras. De alguna forma lo entendió y simplemente se quedó callado, observando el suelo sin decir nada.

-... Creo que es mejor que me vaya. -dice haciendo una reverencia. -gracias por invitarme. -hablo para después irse de aquella incómoda situación que había generado

Silencio mientras escuchaba los pasos de Michikatsu irse y el latido de su corazón siendo más y más potente, hasta que agarro sus rojas mejillas con sus manos -Vaya... ¿Así que le parezco atractivo? -pensaba en voz alta y una sonrisa tonta apareció en su rostro, definitivamente había ganado aquella batalla.
Sonrió.

* * *

Douma dias después de lo ocurrido, se encontraba fuera de su templo, había salido y quería ir al hogar de Michikatsu.
Desde que la última vez que estuvo en su casa por accidente, se quedó grabada en su memoria toda su dirección, quería sorprenderlo aquella vez. No se iba a dar por rendido tan fácilmente.
Gracias a Michikatsu, había podido olvidarse parcialmente de Muzan, por lo tanto las noches en vela sollozando eran menores, y era algo que no estaba notando, pero se veía más alegre.

"Debería traerle algo..."
Decidió desviarse del camino en busca de algo delicioso para poder llevárselo.

* * *

ientras caminaba por el mercado de la ciudad, donde el bullicio era más recurrente y caminaban todo tipo de personas, hubo una que le causó más sorpresa y curiosidad que ninguna otra. Algo que definitivamente no se estaba esperando.

-Gracias por llevarme... Eres muy amable. -sonrie una mujer joven, de parecida edad a la de Douma, mientras caminaba al lado de otro sujeto que sostenía una sombrilla para cubrir a aquella delicada joven de kimono con patrón de delicados pétalos de Sakura.

Michikatsu, él que estaba con ella no era ni más ni menos que él.

-No es nada... Es mi deber. -pronunció haciendo una leve sonrisa de labios, pero rápidamente giro su cabeza para segur caminado a su lado.

Un cierto enfado entró al corazón de Douma. ¿Cómo es que estaba ahora con otra chica? El recordaba a la perfección que todo su hogar era destinado a que sólo una persona vivía ahí, así que había optado de que estaba viendo sólo y que seguramente no tenía una pareja o esposa. ¿Quizá estaba conociendo a alguien? Debería de ser aquello... Un hombre tan mayor estando solo era algo extraño, así que debería ser lo suyo que estuviera en busca de una mujer.

Su pequeño instinto lo invitó a seguir a ambos sujetos, definitivamente quería saber que estaba pasando...

El camino se hizo, y a pesar de que había salido por un motivo termino haciéndolo por otro.

Dancing In The Moonlight |  Michidou-Kokudou angst. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora