Dancing In The Moonlight | Michidou-Kokudou angst.

Capítulo Piloto

Introduzcamos el capítulo piloto.

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Continente asiático, archipiélago japones; Tokio, capital de Japón. Douma, un joven de 20 años que lidera el culto llamado "Culto al Paraíso Eterno". Un lugar donde este corresponde a la máxima deidad en la jerarquía y ayuda a sus seguidores a conseguir lo que ellos llaman felicidad.
Desde muy pequeño ha estado relacionado con los dioses y buda por su fantástica belleza, siempre ha sido un hombre muy hermoso con facciones femeninas sutiles y un físico delicado que podía cautivar a cualquier ser humano.
Por ello, siempre se le exigido aquella perfección hasta que sus padres murieron asesinados entre ellos.
Desde aquel momento, ha de seguir su camino solo, pero jamás abandonará lo que se le ha disciplinado, tiene que ser perfecto.

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En otro lugar de Tokio, no muy cerca del templo escondido en las montañas, yacía un hombre de unos 35 años de edad, soltero y por supuesto atractivo para todas las mujeres de su ciudad.
Vivía en los barrios más conocidos de esta, su oficio era de espadachín, todo su linaje familiar han consistido de famosos espadachines y ha nacido para ser uno de ellos, no se le puede permitir ningún otro oficio, ha nacido para ser eso que se le impuso por nacer entre los Tsugikuni.
Su nombre era Michikatsu.

A pesar de su gran avanzada edad, no había conocido mujer para formar una familia y poder transmitir sus conocimientos a sus descendientes, cosa que quizá para sus parientes, no estaba resultando algo precisamente positivo... Si seguía envejecimiento seguramente se quedaría para vestir santos y el más preciado linaje que se había formado décadas atrás podía estar acabando por su culpa.
Cabe decir, que no fue el único hijo que tuvieron sus padres... Tuvo un hermano gemelo, hermano que fue mandado a los 8 años de edad a una constitución de monjes por su horrible marca de nacimiento, por lo tanto era el único que podía seguir... Era una situación estresante, pero por más que el quisiera, no podía soportar a una mujer. Por más que quisiera, su pene no respondía por más que mujeres viera suplicando por hacerle un hijo.
Ese, era su secreto, no le gustaban las mujeres; le gustaban los hombres.

Hemos introducido a nuestros dos personajes principales de la obra... Dos hombres que a simple vista son perfectos tanto físicamente como laboralmente, algo que quizá puede ser envidiable para cualquier ser humano... Pero en muchas ocasiones, aquello que anhelamos de los que no conocemos, no suele ser lo que se pinta en el exterior; quizá, en su interior, no son del todo perfecto como se aparenta y muchas veces el esfuerzo que se requiere para conseguir aparentar algo no suele ser el más indicado... Hay múltiples maneras pero; ¿En verdad merece la pena?

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