prólogo

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Flashback.
Acomodo mi cabeza en su pecho mientras observo las preciosas vistas.

-Te toca.

-¿Verdad o reto?- pregunto con una sonrisa.

-Verdad.

-¿Me quieres?- me separo de él para ver su cara al responder, me mira fijamente y suelta a reire como bobo -¿Eso es un no?

-Eso es un deja de hacer preguntas tan estupidas.

-Eso lo tomo como un no- Intento levantarme sin exíto porque él no me deja, me jala para que vuelva a sentarme y yo fallo a mis intentos por resistirme.

Me esta mirando fijamente con una sonrisa plasmada en su rostro, me vuelve a abrazar y comienza a susurrarme al oido, su aliento me hace cosquillas y se que lo nota porque suelta más aire del que deberia.

Se separa de mi oreja para juntar nuestros labios por algunos segundos, luego se separa y me planta un beso en la frente, solo para luego abrazarme.

Estos son los momentos que me quiero guardar para siempre, poder tenerlos presentes, que no quiero olvidar y que jamás voy a dejar escapar.

Fín de flashback

Y estos son los recuerdos que quiero olvídar, que quiero dejar atrás, quiero que se vayan, que escapen.

No lo quiero extrañar, ¿tan dificíl es eso?

Hago lo mismo que siempre, eso que ella me enseño para poder desahogarme, soltar las cosas con las que no puedo cargar o simplemente para poder comunicarme.

Parpadeo para que se me vayan las lágrimas que ya no se si son de culpa, angustia, tristeza o decepción.

Necesito volver a empezar, a comenzar de nuevo, el problema es que dudo poder.

Bajo por las caleras de incendios. Cuando mis pies tocan el suelo un vacio en el pecho me invade, ese vacio que tengo desde que ella me falta.

Llego a casa y me encuentro un papel arriba de la mesa, lo tomo y lo leo despacio para poder comprender las palabras. Termino de leer cuando alguien carraspea a mis espaldas.

Lo veo apoyado en la pared con un papel en la mano que es igual al que sostengo yo. Vuelvo mi mirada hacia la persona que esta todavía con expresión neutra.

-No puedo- sentencio. Meto mis manos en mi chaqueta porque ya comenzarón a temblar.

-Piensalo, te doy hasta mañana. recuerda que te lo mereces- sale de la casa por la puerta principal dejandome sollozando en la alfombra.

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¡comenzamos!!! Recuerda que nada es lo que parece.

La vida es así Donde viven las historias. Descúbrelo ahora