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El día tan esperado finalmente llegó. Jin fue llevado al hospital, rodeado por sus seres queridos. Namjoon, nervioso pero emocionado, estaba a su lado en todo momento.

-Vas a hacerlo increíble, Jin. Estoy aquí contigo- dijo Namjoon, sosteniendo la mano de Jin.

Jin asintió, sus ojos llenos de amor y determinación -Gracias, Namjoon. No podría hacerlo sin ti-

Después de varias horas de trabajo de parto, los llantos de un recién nacido llenaron la habitación. Jin y Namjoon miraron con adoración a su hijo recién nacido, Tae.

-Es perfecto- susurró Namjoon, besando la frente de Jin -Nuestro pequeño Tae-

Jin, agotado pero radiante, sostuvo a Tae en sus brazos -Te amo, Namjoon. Y amo a nuestro hijo-

Con la llegada del pequeño Tae, Namjoon y Jin encontraron una nueva felicidad y propósito en sus vidas. La familia celebró con amor y alegría, viendo cómo crecía el bebé y trayendo aún más luz a sus días.

Los meses siguientes estuvieron llenos de noches sin dormir muchos pañales que cambiar, pero también de momentos de pura alegría. Namjoon y Jin, dedicados padres, aprendieron juntos a navegar los desafíos de la paternidad.

-Cada día con Tae es un regalo- dijo Jin una noche, acunando a su hijo mientras Namjoon lo abrazaba por detrás.

-Estamos construyendo una vida hermosa- respondió Namjoon, besando suavemente la cabeza de Jin.

A medida que la vida de Namjoon y Jin se estabilizaba con la llegada de Tae, Yoongi y Jimin comenzaban a encontrar su propio ritmo en Seúl, junto con Jungkook, quien ahora era un niño de 4 años enérgico y curioso.

Una tarde, después de una exitosa sesión de grabación en el estudio, Yoongi decidió que era el momento de hacer algo especial para Jimin. Quería mostrarle cuánto significaba para él y agradecerle por su constante apoyo y amor.

Esa noche, cuando Jimin llegó a casa después de un día en el estudio de baile, encontró una cena romántica preparada por Yoongi. Las velas iluminaban suavemente la habitación, y el aroma de la comida deliciosa llenaba el aire.

-Quería hacer algo especial para ti- dijo Yoongi, tomando la mano de Jimin y guiándolo a la mesa -Te mereces todo el amor y la felicidad del mundo-

Jimin, conmovido, se inclinó y besó a Yoongi -Gracias, Yoongi. Eres increíble. No podría pedir un compañero mejor-

Mientras cenaban, Yoongi miró a Jimin con ternura -Jimin, hemos pasado por tanto juntos. Quiero que sepas que siempre estaré aquí para ti, y para Jungkook. Somos una familia, y eso nunca cambiará-

Jimin sonrió, sus ojos llenos de lágrimas de felicidad -Te amo, Yoongi. Y estoy emocionado por todo lo que el futuro nos depara-

Los días pasaron y la vida de Yoongi y Jimin se llenó de momentos felices con Jungkook. Desde paseos por el parque hasta noches de cuentos y risas, la pequeña familia encontró su propio ritmo y alegría en cada día.

Una tarde, Yoongi llevó a Jungkook a su estudio de grabación. El niño, fascinado por todos los botones y luces, miraba con asombro mientras Yoongi le explicaba cómo funcionaba todo.

-¿Te gustaría intentar cantar algo, Kooki?- preguntó Yoongi, sonriendo mientras levantaba a Jungkook para que alcanzara el micrófono.

Jungkook asintió con entusiasmo, cantando una melodía infantil mientras Yoongi lo grababa -Papá- dijo Jungkook con una sonrisa, esas palabras llenaban el corazón de Yoongi de una alegría indescriptible.

Renacer |Yoonmin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora