Renacer |Yoonmin|

Final

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Después de meses de espera y anticipación, el día tan esperado finalmente había llegado. Jimin comenzó a sentir las contracciones y supieron que era el momento. Yoongi, con calma y eficiencia, llevó a Jimin al hospital mientras Jungkook se quedaba con Jin y Namjoon.

Cada contracción era como una ola de dolor que se apoderaba de su cuerpo, pero también sentía una profunda emoción y anticipación.

-Tengo miedo, Yoongi, pero estoy listo para esto- susurró Jimin, sus ojos llenos de lágrimas.

Yoongi podía sentir la tensión y el miedo en Jimin, pero también su valentía.

-Eres el ser más fuerte que conozco, Jimin. Estoy aquí contigo. Vamos a hacer esto juntos- respondió Yoongi, apretando su mano con fuerza.

El olor a desinfectante llenaba la sala, mezclado con el aroma dulce y reconfortante de lavanda, una fragancia que Jimin siempre encontraba calmante. Yoongi, a su lado, podía oler su nerviosismo, pero también la determinación y el amor que emanaba de su omega.

-Yoongi, no me sueltes- dijo Jimin entre respiraciones, su cuerpo temblando con cada contracción.

-Jamás, Jimin. Estoy aquí. Respira conmigo- respondió Yoongi, tratando de mantener la calma aunque su corazón latía rápidamente.

-Estás haciendo un gran trabajo, Jimin. Ya casi estás ahí- dijo el doctor, sonriendo alentadoramente.

El dolor se intensificaba, y Jimin gritó cuando una contracción particularmente fuerte lo golpeó. -No puedo, Yoongi, no puedo- sollozó, sintiendo que su cuerpo estaba al borde de romperse.

-Sí puedes, Jimin. Estás haciendo un trabajo increíble. Solo un poco más- dijo Yoongi, con lágrimas en los ojos, sintiendo impotencia al no poder aliviar el dolor de su esposo.

En medio del dolor y la tensión, un momento de humor inesperado surgió cuando Jimin, entre contracciones, murmuró -Yoongi, cuando todo esto termine, no quiero ver helado de menta con pepinillos nunca más-

Yoongi rió entre lágrimas, su corazón aliviado momentáneamente por el humor de Jimin -Trato hecho, amor-

De un segundo a otro el monitor cardíaco de Jimin comenzó a sonar de manera irregular, y los doctores se movieron rápidamente para verificar que todo estuviera bien.

-Todo está bien, solo necesitamos que te relajes un poco, Jimin. Respira profundamente- dijo el doctor, con un tono calmante pero urgente.

Yoongi sintió su corazón detenerse por un momento, el miedo apoderándose de él -Jimin, respira conmigo. Todo estará bien- dijo, tratando de mantener su voz firme.

Jimin, luchando contra el pánico, cerró los ojos y trató de concentrarse en la voz de Yoongi, dejando que su amor y seguridad lo calmaran.

Finalmente, después de horas de esfuerzo, el llanto de un recién nacido llenó la sala. Jimin y Yoongi se miraron con lágrimas de felicidad en los ojos. El doctor les entregó a su hija, envuelta en una manta suave.

-Felicidades, por su hermosa niña- dijo el doctor, sonriendo mientras entregaba la bebé a Jimin.

Jimin miró a la pequeña con amor, sintiendo una oleada de emoción y satisfacción -Hola, pequeña. Eres tan perfecta- susurró, besando suavemente la frente de su hija. Yoongi se inclinó para abrazarlos a ambos, sintiendo una ola de amor y gratitud.

-Bienvenida a la familia Min, hija. Eres todo lo que siempre soñamos, dijo Yoongi, acariciando la pequeña cabeza de la bebé.

Mientras tanto, en la casa de Jin y Namjoon, Jungkook estaba lleno de nerviosismo y emoción. Se preguntaba cómo sería tener una hermanita y si todo estaba bien con su mamá y papá.