El latido de tu corazón - Adaptación (Minayeon)

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Nayeon's pov

Había demostrado a Mina que no era tan arrogante, como en varias ocasiones me había reprochado. Ella no me había hecho nada, y yo debería dejar de juzgar mal las personas solo por ser periodistas.

Había empezado a mirar a Mina desde otra perspectiva. Quería darme la oportunidad de conocer a la persona, y no al personaje. Ella era una persona maravillosa y amable; y, debía admitirlo, preparar panqueques con ella fue una tarea ardua, pero fue quizás uno de los momentos más despreocupados que había vivido en mucho tiempo.

Fue divertido, y por un momento sentí mi corazón más ligero de los problemas del último periodo. Mientras preparábamos el desayuno juntas, hicimos algunos líos y nos ensuciamos de la cabeza a los pies con la masa de panqueques, y ella había sonreído todo el tiempo, provocando también una sonrisa en mi rostro.

No quería apagar jamás su luz con mi amargura.
Diablos, no me sentía de esa forma desde hace mucho tiempo...

Mina tenía algo especial. No sé qué, pero ella volvía todo más lieve. No quería encontrar una razón, ya no más. Sólo perdería el tiempo.

Después de preparar los panqueques, nos sentamos a la mesa, listas para desayunar después de una mañana un poco alterada.

"Mh, son realmente exquisitos..." comenté, complacida porque no comía panqueques desde años, y estos eran muy gustosos.

"Bueno, hicimos un buen trabajo juntas..."

"Oh, lo imaginaba. Mis manos hacen magias en la cocina"

"Modesta como siempre, veo..."

"Bueno, tú lo dijiste primero. No pierdes ninguna oportunidad de reprochar mi arrogancia, ¿no es así?"

"Bueno, al fin y al cabo, sólo digo la verdad"

Era la primera vez que estábamos bromeando juntas, ya que no había tensión. Y yo, viendo su sonrisa, no pude reprimir una sonrisa en mi rostro.

"Una periodista que habla la verdad es una cosa más única que rara..."

A menudo hacía bromas irónicas sobre los periodistas, y ella parecía entender mis bromas, ya que se reía.

"¿Qué tienes contra los periodistas?"

"Bueno... tal vez un día te explicaré"

"Mh, un día... ¿así que nos volveremos a ver?"

"Sí, Mina. Nos volveremos a ver..."

No quería privarme de su cercanía, cuando estaba con ella conseguía sentirme en paz.

"¿Como te sientes ahora?"

Mina tenía una mirada preocupada y llena de aprehensión, mientras trataba de entender cómo me sentía.

La verdad es que yo tampoco sabía como me sentía, emocionalmente. Tenía tantos sentimientos encontrados en el pecho, y no sabía a qué se debían cada uno de estos sentimientos.

Era raro ver a alguien preocupado por mí, y Mina, a pesar de mi actitud amargada, me prestaba muchas atenciones.

"Me duele un poco la cabeza, no quiero volver a ver una sola gota de alcohol en mi vida..."

Mina se levantó de la silla, bajo mi mirada inquisidora, y se acercó a mí. Inesperadamente, su mano derecha se levantó para rozar mi frente. El solo contacto me había inmovilizado. No entendía porque mi cuerpo reaccionaba de tal forma cada vez que me tocaba, y había caído un silencio sepulcral entre nosotras, mientras nuestros ojos estaban pegados como imanes.