Capítulo 18: La Pregunta Sin Respuesta

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Después del apasionado beso en el cuarto del conserje, Jade y Tori se abrazaron con fuerza, sintiendo la calidez y la conexión entre ellos como nunca antes. Habían superado los obstáculos que se habían interpuso en su camino, encontrando el camino de vuelta el uno al otro y redescubriendo el amor que siempre había estado presente entre ellos.

Pero mientras se perdían en el abrazo, una pregunta comenzó a formarse en la mente de Jade, una pregunta que había estado evitando desde que se reconciliaron.

—Tori... —murmuró Jade, su voz apenas un susurro en el aire—. ¿Qué somos?

Tori se apartó ligeramente, mirándola con sorpresa.

—¿Qué quieres decir, Jade?

Jade bajó la mirada, sintiendo la incertidumbre y la confusión pesando sobre ella.

—Quiero decir... ¿qué somos nosotros? ¿Somos amigas? ¿Somos novias? ¿Qué es lo que realmente queremos ser?

Tori la miró, su expresión llena de duda y vacilación.

—No lo sé, Jade. No lo he pensado. Supongo que pensé que... que podríamos volver a ser novias, pero si eso no es lo que quieres...

Jade se mordió el labio, luchando con sus propias emociones.

—No es que no quiera ser tu novia, Tori. Es solo que... todo esto es tan complicado. Después de todo lo que hemos pasado, no estoy segura de si estoy lista para volver a poner una etiqueta en nuestra relación.

Tori asintió, sintiendo un nudo en la garganta.

—Lo entiendo, Jade. Y respeto tu decisión. Pero necesito que sepas que... que te amo. Más de lo que puedo expresar con palabras. Y no importa lo que seamos, siempre estaré aquí para ti. Siempre.

Jade sintió un calor reconfortante envolver su corazón, sabiendo que Tori estaba siendo sincera en sus palabras. Pero aún así, no podía ignorar la pregunta que seguía ardiendo en su mente.

—Tori... —murmuró Jade, su voz temblorosa pero firme—. Necesito tiempo. Tiempo para pensar, tiempo para entender lo que realmente quiero. ¿Puedes dármelo?

Tori asintió, sintiendo un nudo en la garganta.

—Por supuesto, Jade. Tómate todo el tiempo que necesites. Estaré aquí esperando por ti, sin importar lo que decidas.

Con un suspiro de alivio, Jade y Tori se abrazaron con fuerza, sabiendo que aunque el futuro era incierto, tenían el amor y el apoyo del otro para guiarlos en el camino. Y mientras se perdían en el abrazo, se prometieron a sí mismas que encontrarían la respuesta a la pregunta que los había estado persiguiendo desde el principio. Porque mientras estuvieran juntas, sabían que podrían enfrentar cualquier desafío que la vida les lanzara.











Capítulo 18: La Pregunta Sin Respuesta (Continuación)

Después de su emotiva conversación en el cuarto del conserje, Jade y Tori se quedaron abrazadas durante un momento más, dejando que el peso de sus palabras se asentara entre ellas. Aunque la incertidumbre todavía flotaba en el aire, también había un sentido de paz y aceptación que las envolvía, como si finalmente estuvieran en sintonía con los sentimientos del otro.

Jade se apartó ligeramente, mirando a Tori a los ojos con determinación.

—Gracias, Tori. Por entender y por darme espacio para descubrir lo que realmente quiero.

Tori le devolvió la mirada, con una sonrisa suave en sus labios.

—Siempre, Jade. Siempre estaré aquí para ti, pase lo que pase.

Con un suspiro de alivio, Jade se levantó del suelo del cuarto del conserje, estirando los músculos rígidos después de estar tanto tiempo sentada. Tori la siguió, sus ojos nunca apartándose de ella mientras se movían hacia la puerta.

—¿Qué te parece si vamos a dar un paseo por el campus? —propuso Tori—. Podríamos tomar un poco de aire fresco y disfrutar del sol antes de que se ponga.

Jade asintió, agradecida por la oportunidad de cambiar de ambiente y dejar atrás la intensidad del momento anterior.

—Suena bien. Me encantaría.

Juntas, salieron del cuarto del conserje y se dirigieron hacia el exterior, dejando atrás las sombras del pasado y abrazando la luz del futuro. Mientras caminaban por el campus, compartieron risas y conversaciones triviales, disfrutando de la compañía del otro y la sensación de normalidad que había estado ausente durante tanto tiempo.

A medida que pasaba el tiempo, Jade comenzó a sentirse más relajada y en paz consigo misma. La brisa fresca del atardecer acariciaba su piel, y el sonido de las risas de Tori la reconfortaba, recordándole que aunque el futuro era incierto, siempre tendría a alguien a su lado en quien apoyarse.

Cuando el sol finalmente comenzó a ponerse en el horizonte, Jade y Tori se detuvieron junto a un banco en el borde del campus, observando cómo los colores del cielo cambiaban lentamente de azul a naranja y rosado. La atmósfera era serena y tranquila, y por un momento, todo parecía estar en perfecta armonía.

Jade se volvió hacia Tori, encontrando sus ojos llenos de cariño y complicidad.

—Tori, quiero que sepas que... que significas mucho para mí. Más de lo que puedo expresar con palabras.

Tori le devolvió la mirada, una sonrisa suave jugando en sus labios.

—Y tú significas mucho para mí, Jade. Eres una parte importante de mi vida, y no puedo imaginarme enfrentando el futuro sin ti a mi lado.

Las palabras de Tori llenaron el corazón de Jade de calor y gratitud, recordándole que aunque el camino por delante podría ser difícil, siempre tendría a alguien en quien confiar y en quien apoyarse.

—Tori... —murmuró Jade, su voz llena de emoción—. Quiero intentarlo. Quiero intentarlo de nuevo contigo, no importa lo que pase.

Tori la abrazó con fuerza, sintiendo la alegría y el alivio llenar su pecho.

—Yo también, Jade. Yo también.

Con una sonrisa radiante, Jade y Tori se miraron el uno al otro, sabiendo que mientras estuvieran juntas, podrían enfrentar cualquier desafío que la vida les lanzara. Y mientras el sol se hundía lentamente en el horizonte, sellaron su promesa con un beso suave y tierno, sabiendo que este era solo el comienzo de un nuevo capítulo en su historia juntas.

3.5

Ese armario me cambió (Jori)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora