Ese armario me cambió (Jori)

Capítulo 13: La Noche que Cambió Todo

Después de la exitosa noche de celebración, Jade y Tori regresaron a casa, felices y emocionadas por el futuro que les esperaba. Sin embargo, lo que no sabían era que una sombra se cernía sobre su relación, lista para desatar una tormenta que cambiaría sus vidas para siempre.

Una semana después de la fiesta, Tori recibió una invitación para asistir a una celebración en la casa de un productor de música famoso. A pesar de la reticencia de Jade, quien prefería pasar la noche juntas, Tori aceptó la invitación, sintiendo la tentación de codearse con personas influyentes en la industria.

La fiesta estaba en pleno apogeo cuando Tori llegó, la música retumbando en las paredes y las luces parpadeando en el patio trasero. Se encontró rodeada de personas famosas y creativas, sumergiéndose en la atmósfera emocionante y glamorosa.

Con cada copa de alcohol, Tori se sentía más liberada y despreocupada, olvidando momentáneamente sus preocupaciones y responsabilidades. Se dejó llevar por el ritmo de la música y la emoción del momento, hasta que se encontró bailando con un atractivo productor de música que había conocido esa noche.

La química entre ellos era palpable, y Tori se vio envuelta en un torbellino de pasión y deseo. La atracción era abrumadora, y en un momento de debilidad, Tori cedió a la tentación, entregándose a un beso apasionado con el productor.

Sin embargo, en el momento siguiente, la realidad golpeó a Tori con fuerza, y se apartó bruscamente del productor, sintiendo un remordimiento profundo y doloroso. La conciencia de lo que había hecho la golpeó como una tonelada de ladrillos, y sintió el peso de su traición hacia Jade.

Abatida y llena de culpa, Tori se escapó de la fiesta, sintiéndose perdida y desesperada por deshacer lo que había hecho. Sabía que había destruido la confianza y la conexión que tenía con Jade, y no sabía cómo enfrentar las consecuencias de sus acciones.

Al llegar a casa, Tori se encontró con Jade esperándola en el sofá, su expresión una mezcla de preocupación y anticipación.

—¿Cómo estuvo la fiesta? —preguntó Jade, su voz tranquila pero cargada de tensión.

Tori tragó saliva, incapaz de mirar a los ojos a su novia.

—Fue... bien. Pero tengo que decirte algo, Jade. Algo que... no querrás escuchar.

Jade frunció el ceño, sintiendo un nudo en el estómago.

—¿Qué pasa, Tori? ¿Qué has hecho?

Las palabras salieron de la boca de Tori antes de que pudiera detenerlas, la verdad saliendo a borbotones en un torrente de confesión.

—Besé a alguien más, Jade. En la fiesta. Estaba borracha y... me dejé llevar.

El corazón de Jade se detuvo, una oleada de incredulidad y dolor la inundó. No podía creer lo que estaba escuchando.

—¿Qué? ¿Cómo pudiste hacerme esto, Tori? —susurró Jade, su voz quebrada por la traición.

Tori miró a Jade, viendo el dolor y la angustia en sus ojos, y sintió una punzada de remordimiento y arrepentimiento.

—Lo siento, Jade. Lo siento tanto. Fue un error, un momento de debilidad. Pero te amo, te amo más que a nada en este mundo.

Jade se levantó del sofá, su rostro una máscara de furia y desesperación.

—No me hables de amor, Tori. No después de lo que has hecho. Eres una mentirosa, una traidora. Nunca pensé que serías capaz de hacerme esto.

Tori se levantó, tratando de acercarse a Jade para consolarla, pero Jade se apartó bruscamente.