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Heeseung
Pasé mi nariz por el costado de la sien de Sunghoon.
-Quería morir, Sunghoon, y quería llevarte conmigo. Estaba tan enojado contigo por lo que pensé que habías hecho, pero yo también estaba roto. Sentí como si me estuvieran arrancando el corazón de mi pecho.
No era algo que quisiera volver a experimentar y, sin embargo, me estaba preparando para una repetición. No porque pensara que Sunghoon volvería a engañarme, sino porque le estaba dando el control de mi corazón una vez más.
-Básicamente me perdí. Comencé a ladrar a la gente sin razón, a gritar, a beber. Fue malo, Sunghoon. Se puso tan mal que mi padre y mi hermano finalmente me confrontaron en mi oficina y me dijeron que me tomara un tiempo libre. Eso fue el mismo día en que llegó el paquete del abogado. Te he estado buscando desde entonces.
La arruga entre las cejas de Sunghoon era linda.
-¿Por qué me estabas buscando?
-No lo sé. Supongo que pensé que, si podía encontrarte y convencerte de que fueras a terapia o algo así, tal vez podríamos arreglar las cosas.
-¿Querías que fuéramos a terapia?
-No quería perder la esperanza de que pudiéramos arreglar las cosas.
-¿Aunque todavía pensabas que me había acostado con Hyunjin?
Suspiré.
-Sí. Supongo que eso me convierte en un idiota, ¿eh?
-No.-La mano de Sunghoon presionó contra el costado de mi cara de nuevo antes de inclinarse y rozar nuestros labios.-Eso te hace maravilloso.
-¿Cómo es eso?-Pregunté, esperando conseguir otro beso.
-Porque no te rendiste con nosotros, incluso con todas las pruebas en mi contra. Aún mantuviste la esperanza.
Realmente no creo que Sunghoon entendiera cuánto lo había amado, lo amaba.
-No he podido respirar desde el momento en que te vi.
No le di a Sunghoon tiempo para decir nada más. Sabía lo que necesitaba, lo que ambos necesitábamos. Acerqué a Sunghoon y le tapé la boca con la mía. Podía sentir la conmoción de Sunghoon en la repentina rigidez de su cuerpo, pero luego Sunghoon se derritió contra mí, gimiendo mientras abría la boca para mi exploración.
Mi calma fue destrozada por el hambre que brotaba dentro de mí mientras exploraba la boca de Sunghoon. La dura longitud presionada contra mí me dijo que Sunghoon me deseaba tanto como yo deseaba a Sunghoon.
No podría estar más emocionado con la perspectiva.
Sunghoon gimió, sus manos apretando mis brazos. Sentí un ruido sordo crecer en mi pecho. Dejé a Sunghoon en el sofá, moviéndome para cubrir el cuerpo del hombre con el mío.
