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Sunghoon
Sentí como si me fuera a deshacer en cualquier momento. Todos estos policías entraban y salían de mi casa, la gente buscaba huellas y el aluvión constante de preguntas de los detectives. Era como si nadie estuviera buscando a Yunjin, a mi bebé. Estaban todos aquí en mi casa.
Fue enloquecedor.
Quería que encontraran a Yunjin y Terry. Mi corazón se estaba rompiendo, partiéndose en un millón de pequeños pedazos dolorosos, y el único que podía entender lo que estaba sintiendo estaba actualmente en cirugía, luchando por su vida.
-Toma, bebé, bebe esto.
Automáticamente bebí el refresco que Heeseung me dio. Ni siquiera me pregunté por qué estaba bebiendo un refresco. No me importaba.
Heeseung se puso en cuclillas frente a mí.
-¿Cómo estás?
-Quiero a mi bebé, Heeseung. Quiero a Yunjin.
El dolor brilló en los profundos ojos marrones de Heeseung.
-Lo sé, y estoy haciendo todo lo que puedo para encontrarla. Ya tengo el dinero preparado para dárselo a Seungmin cuando llame.
Tragué con fuerza y me miré las manos.
-¿Crees que los devolverá una vez que tenga el dinero?
-No sé.
Podía escuchar la vacilación en la voz de Heeseung y supe que odiaba decirme eso. Le envié una pequeña sonrisa.
-Gracias por no mentirme.-Miré hacia arriba cuando uno de los detectives se acercó a nosotros.-¿Ha habido alguna noticia? ¿Los encontraron?
-No, todavía no, pero estamos trabajando en eso,-dijo el hombre.-Solo quería que supiera que llamaron del hospital y que tu amigo Hyunjin salió de cirugía. El médico dice que tiene un poco de recuperación por delante, pero que debería recuperarse por completo.
-Oh, gracias a Dios.-Heeseung me atrapó cuando me incliné hacia él. Cerré los ojos por un momento, mi alivio más allá de lo que podía manejar. Había vivido con Hyunjin durante cinco años. Él era mi mejor amigo. Cuando abrí los ojos, volví a mirar al detective.-¿Hyunjin sabe sobre Terry?
-Aún no.-El hombre sacudió su cabeza.- Todavía está en recuperación.
-Debería ser yo quien se lo diga.-No quería, pero sería mejor viniendo de mí que de un oficial de policía al azar.
-El médico dijo que debería estar dormido el resto de la noche. Puedo hacer arreglos para que un oficial lo lleve allí a primera hora de la mañana.
-Gracias.
Salté cuando mi teléfono empezó a sonar. Heeseung lo llevaba en el bolsillo, pero cuando la policía se enteró de que se trataba de un secuestro además de un tiroteo, lo tomaron y lo conectaron a una máquina que supuestamente grabaría la llamada y ayudaría a rastrearla.
