Only You Park ♡Seongjoong♡

Prólogo

Al ver a mi ex levantarse de la terraza, me estremecí ante el profundo corte sobre su ojo. Ay. Seguro que necesitaría unos puntos, pero no me sentía muy comprensivo en ese momento.

— Quizás deberías hacer algo, Seonghwa. — dijo MinYoung, acercándose sigilosamente hacia mí.

Le dí a mi madre adoptiva un encogimiento de hombros impotente. Nadie con cerebro intentaría interponerse entre Kim Hoongjoon y algo que él quisiera. Y en ese momento, lo que él parecía querer era golpear a mi ex prometido hasta dejarlo en el suelo. No me opondría en absoluto a eso.

MinHo había sido algo así como un idiota últimamente. Hoy, había ido demasiado lejos. Puede que no se hubiera vuelto tan problemático como los otros que estaban decididos a separarnos a Hoongjoon y a mí, pero él ciertamente lo estaba pidiendo.

MinYoung se volteó hacia su esposo. — No podemos simplemente quedarnos aquí parados. —

—¿Por qué no?— preguntó In Woo. —Minho debería haberlo sabido mejor.

Sí, sí, debería hacerlo hecho. Como un magnate de los negocios de gran éxito, Hoongjoon tenía la reputación de ser alguien con quién no te cruzabas ni subestimabas. Era determinado. Implacable. Autoritario. Intimidantemente inteligente. Más rico que Dios. Y, hasta hace varios meses, casado con su trabajo. Ahora estaba casado conmigo. También era mi jefe. Rara vez perdía la calma así. Probablemente porque no desperdiciaba energía emocional dejando que otros se metieran bajo su piel, pero como se suponía que los demás no debían saber que nuestro matrimonio era puramente un acuerdo comercial, él naturalmente tenía que desempeñar el papel de esposo posesivo. Y dado que no podía perder el flagrante borde del peligro que llevaba, ciertamente tenía una vibra amenazadora en este momento.

Hoongjoon miró fijamente al idiota.
—Te lo advertí, ¿No? Te advertí una y otra vez que te mantuvieras alejado de él, pero no escuchaste. — lo reprendió, su tono era suave. — Peor aún, hiciste está mierda. Para alguien que dice preocuparse por Seonghwa, seguro que no lo demuestras.

MinHo apretó los puños. —yo sí me preocupo por él, él es...

—No es tuyo. — terminó Hoongjoon por él. — Son mis anillos en su dedo, es mi nombre el que ha tomado. Es mi cama la que él comparte. Él es mío. Entonces, si te preocupas por él o no, no es jodidamente relevante.

MinHo tragó. — Fue mío primero. —

— Y deberías haberte aferrado a él con fuerza. No lo hiciste. Lo dejaste ir. Ese fue tu error.

—Hice lo mejor para él. —

— No, hiciste lo mejor para tí. Es posible que te hayas preocupado por Seonghwa, pero no lo pusiste primero, el nunca fue tu prioridad.

Las fosas nasales de MinHo se ensancharon. — Yo era joven en ese entonces. Un chico. —

— Un chico que quería el espacio para seguir sus ambiciones. Él te dió eso; no te maldijo por eso. ¿Y cómo se lo pagas? Intentando romper su matrimonio. ¿Crees que te lo agradecerá? ¿Que querrá a alguien que le haga eso?

La mandíbula de mi ex se endureció.
— Lo que creo... es que Seonghwa merece ser amando. Tú nunca lo amarás, no tienes eso en tí.

Esas palabras me apuñalaron en el pecho... Porque eran ciertas. Hoongjoon no me amaba. Nunca lo hizo. Nunca lo haría. No debería importarme. No se suponía que me importara. Y definitivamente no me gustó lo que hice, pero me había enamorado de mi falso esposo. Sí, era así de estúpido.

Hoongjoon suspiró. — Eso lo has dicho antes, no me importaba lo que pensaras entonces y ahora todavía no me importa. No me interesas y no eres de ningún interés para él. Tienes que ser un hombre y aceptarlo, porque no quiero que juegues estos juegos con él. Te vas a ir de aquí y te mantendrás alejado.