Capítulo 3: ' Tiempo Juntos'

72 7 0
                                    

Yami

Yugi: Me sorprende que en serio llegaras a las nueve- suspiré y saqué mi termo del agua, me levanté tarde y tuve que salir corriendo de mi casa- de acuerdo, vamos.

Empezamos a caminar y primero ayudé a Yugi a comprar sus cosas, aunque no fue mucho la verdad, no se me hacía nada complicado, desearía no haber pensado eso cuando tocó comprar las cosas de la enfermería... jeringas, 40 paquetes de gasa, Mefix, lo que entendí, es el vendaje adhesivo, un glucómetro, de ver cuando agarró el contenedor de agujas, me dio nervios, otro termómetro, 10 botellas de suero, crema hidratante, jabón, la caja de guantes, otro paquete de compresas, algodón y curitas... por fin, terminamos..

Yugi: ¿Estás seguro de que puedes cargar todo eso?, sé que tuviste tu época de atleta, pero te veo algo... cansado- párate derecho Yami, debemos vernos bien.

Yami: Descuida... estaré bien- esto pesa demasiado, pero no quiero verme débil, después de un rato, Yugi me invitó a almorzar, me alaga que me esté invitando a su casa, en el ascensor pude tomarme un respiro con la bolsa, y cuando llegamos al quinto piso, el sufrimiento regresó por poco tiempo.

Al entrar me di cuenta de que es más grande que el mío, fui a la cocina con él y ayudé a acomodar lo que había comprado, y veo que ya tenía almuerzo lleno, yo desearía ser así, yo termino trasnochando habiendo mi almuerzo porque no me acuerdo temprano y porque me da pereza.

Yami: ¿Por qué compraste tanto para la enfermería?, ¿se quedaron sin reservas?- no quería parecer grosero, pero no pude evitar tirarme al sofá.

Yugi: La idea es no quedarnos sin reservas, todos los meses hacemos chequeo de los materiales, y ya están empezando a acabarse, así que hay que comprarlos, además esa es solo la mitad de la lista Yami, la otra mitad la compró Mai anoche- ¿la mitad?.... la mitad- acomódate, ya te serví.

Almorzamos tranquilos y honestamente estaba más feliz, Yugi cocina rico, hace que mis almuerzos sean una porquería, debo preguntarle como le hace, yo no sé nada de condimentos ni nada de eso, a duras penas sé que puedo comer estando fuera de mi casa y que no, y después nos quedamos en la sala.

Yami: ¿Por qué quisiste ser enfermero?- me miró- quiero conocerte mejor, además te amo, ¿o no?- se río y nos acomodamos mejor en el sofá.

Yugi: Pues digamos que cuando estaba estudiando, siempre estaba pendiente de mis compañeros, no me importaba si eran los pequeños o hasta los más grandes, siempre me iba bien en biología, y cuando entré en la universidad, después de estudiar con todo el sufrimiento medicina, me enfoqué en enfermería escolar- siempre se te nota la pasión cuando trabajas..- ¿tu vives con tus padres?

Yami: No- lo miré- yo no quería vivir mucho tiempo con ellos, y a mi mamá se le ocurrió, que bueno, me dejaba, pero debo mantener un buen promedio para que me mantengan en el pequeño apartamento en el que estoy, y que me dejen vivir solo.

Yugi: ¿Y por qué tan pronto?, yo me esperé hasta la universidad.

Yugi

Yami: No lo sé, a veces simplemente quería estar lejos de ellos, no es que los odie, yo quiero a mis padres, pero... simplemente quería- que decisión tan dura, a mi me costó separarme de mi abuelo y de mi mamá al inicio- además tengo más libertad, por ejemplo si me quedo tarde haciendo un trabajo o que puedo estar en diferentes lugares, no me regañan ni nada de eso, y me encanta.

Yugi: Eso explica porqué pudiste estar conmigo todo el día- asintió.

Debo admitir que me encantó conocer mejor a Yami, no sabía varias cosas de él, y él me conoció mejor, cuando le conté de mis años del colegio, no dejaba de reírme de sus expresiones.

Yami: ¿En serio fueron capaces de meter armas en estuches de violín?- asentí- ¿y por qué?

Yugi: En esa época las pandillas eran más... complicadas, además no podían echar a ese estudiante porque era el hijo de un mafioso, suena difícil de creer, pero uno se acostumbraba, hasta recuerdo que él me ayudó en una ocasión porque cuando iba para mi casa, lo vi sentado en el suelo, se raspó el tobillo, y de un laboratorio me quedaron vendas y logré acomodarle el pie para que al menos pudiera ponerse de pie.

Yami: Me da impresión que lo ayudaste, a mi me daría... cosa, si no más evito toparme con los delincuentes de la escuela.

Yugi: Si, se meten mucho en problemas, todas las semanas alguno termina en la enfermería, pero es mi deber, además ya me conocen, siempre que entran me sonríen con nervios.

Yami: ¿Por qué?

Yugi: Por que siempre creen que los voy a regañar, y a veces lo hago, es que... es impresionante las heridas que entre ellos se hacen.

Y así pasamos toda la tarde, hasta que Yami tuvo que irse, y no lo dejé quedarse en mi casa porque no debo consentirlo demasiado... o al menos por ahora no, debe aprender a esperar.

Hasta el próximo capítulo....

Pequeño YamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora