Capítulo 8: ' Un Relajo'

53 4 0
                                    

Yugi

Desperté y me levanté tranquilamente, menos mal que ya vino la semana de receso, a veces admito que necesito descansar, además después de que me enfermé, lo necesitaba, aunque no todo fue malo, apenas regresé a la enfermería, muchos estudiantes se acercaron a saludarme y a decir que que bueno que regresé, y otros decían que fue in infierno los tres días que no estuve... honestamente esa mañana y el primer descanso, no me esperaba nada de eso, hasta Yami se puso celoso porque muchos chicos vinieron y me entregaron dulces, desde el más pequeño hasta los más grandes, y cuando me fui la recepcionista me dejó muchas notas, no de los alumnos, de los profesores, llegué a la casa y las leí con Yami, muchas eran de agradecimiento y alegría porque habría regresado....ok, tal vez Yami tenía razón.

Fui a la cocina y empecé a hacer el desayuno, aunque no puedo dejar de pensar en Mai, es decir, pensé que ella era buena compañera, aunque hace unos años las cosas empezaron a cambiar con ella, no sé que le habrá pasado para que cambiara de un momento a otro, pero bueno... no soy la persona para preguntarle, no somos amigos tan cercanos, me dio por mirar la nevera y casi no hay comida, hice una lista y desayuné, cuando entré a la habitación para bañarme, Yami estaba profundo, me reí en silencio y me metí a bañar, cuando salí estaba exactamente igual, me senté cerca de él y le acaricié las mejillas.

Yugi: Pobrecito, los estudiantes tienen una vida tan difícil- y se acurrucó más- que consentido- lo arropé y le dejé la nota que salí a comprar comida.

Salí y al entrar y ver que no había fila, hice las comprar como si no hubiera un mañana, porque sé que después las filas son un fastidio, compré todo y de camino me compré una bebida caliente, porque está haciendo frío, me pregunto cuando llegue el invierno como voy a hacer, porque la nieve alcanza a llegar antes de que los chicos salgan, y debo mirar el calefactor... demonios, hasta cuando tengo un descanso solo pienso en el trabajo, ¿qué  a caso no tengo otras cosas en qué pensar?, llegué a casa y acomodé las cosas, y después me quedé mirando a la ventana mientras me terminaba mi café con vainilla.

Yami: Buenos días- me abrazó y yo miré el reloj.

Yugi: Es la una de la tarde, Yami- me reí mientras miraba el reloj- deberé despertarte para que no te descuadres así de feo, ahora entiendo porque cuando hay regreso a clases, los primeros días llegas dormido.

Yami: Honestamente no sé porqué pasa eso, pero si debería preocuparme- empezó a besar mi cuello y yo lo miré- me acabo de levantar, ¿cómo crees que sabré que no estoy dormido?

Yugi: Así- le pellizqué el hombro y salí corriendo, aunque no costó tanto que me atrapara- ¿funcionó?

Yami: Más o menos- hizo que me sentara sobre él- aunque todavía no estoy seguro- metió las manos debajo de mi sacó y temblé- aunque solo quiero verificar.

Yami

Debo admitir que se siente bien, además me encanta como Yugi se aferra a mí y como está sentado encima de mí, su pecho me llega a la cara, por lo tanto puedo jugar con sus pezones, cuando lo hice, tembló y me apretó más, me dejé acostar en la cama y mantenía mis manos en su cintura, Yugi se mueve de forma exquisita, y siento que puedo ir más profundo cuando él está encima de mí, cuando me vine dentro de él, dejé que se acostara al lado mío, y yo me puse encima.

Yugi: ¿En serio?- me acomodé y lo penetré nuevamente- a veces eres muy goloso conmigo, Yami~

Yami: Pero claro que si- subí una de sus piernas a mi hombro- a veces no tenemos la oportunidad de hacerlo y ahora que estamos en vacaciones- mordí su pierna y lo hice gemir- hay que aprovechar todo el rato que tenemos.

Empecé a embestirlo nuevamente, de verdad nunca me voy a cansar de esto, recorrer una y otra vez su piel, morder cada zona que pueda de su piel, además él siempre se coloca camisas encima, así que no muestra sus brazos, ni sus hombros, puedo dejar chupetones todo lo que quiera, y hablando de eso, me acerqué a su cuelo y lamí para que se tensara un poquito, es que en serio, cuando me aprieta me excita tanto, que creo que lo puedo considerar un fetiche mío, y empecé a dejar chupetones y cuando me vine nuevamente en su interior, me tomó de las mejillas y me besó, yo le correspondí y nos hundimos en ese beso un buen rato, dejaba que tomara aire y nuevamente reclamaba sus labios.

Yami: ¿Trajiste café?- asentí, nos estiramos y nos pusimos de pie, yo solo me puse un pantalón suelto y ya, Yugi se puso su ropa interior y la pijama... yo todavía no tengo frío.

Fuimos a la cocina y me hice un café, Yugi tomó algo más suave, y los dos hicimos la cena, unos momentos después nos encontrábamos sentados mirando el televisor, Yugi comía cereal y yo me hice un sándwich, las mejores vacaciones de toda mi vida, y apenas iniciamos.

Hasta el próximo capítulo....

Pequeño YamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora