Pequeño Yami

Capítulo 11: ' Juntos a Pesar..'

Yugi

Apenas regresé a casa Yami me abrazó, lo sé, yo también te extrañé, salimos a cenar y nos relajamos tras varios días, y después regresamos al apartamento, nos cambiamos para dormir, pero nos quedamos en la sala.

Yugi: ¿Cómo te ha ido?

Yami: Bien, cuando pasaste estos días allá, el rumos bajó bastante, creen que es una mentira porque ya no nos ven juntos, pero sé que podemos vernos como antes en tus descansos, solo debemos esperar a que pase.

Yugi: Menos mal...¡ay!, ¡escuché que citaron a tus padres!, ¿qué pasó?

Yami: Tranquilo amor- me acarició las mejillas y me calmé, en serio he estado asustado todos estos días...- mis padres ya saben de tí desde hace rato, ni les molestó que viviera contigo, como dijeron que ya soy un adulto, ya me puedo hacer cargo de mis cosas- me sonrojé y me tapé la cara, ¿en serio sus padres son así?- así que si el director nos vuelve a citar, no nos puede decir nada- me apené tanto que me escondí en su pecho- ah, mamá te manda saludos y que cuando las cosas se solucionen quiere conocerte- y no ayudas amor, no ayudas en nada.

Yugi: Que linda, mándale mis saludos- fue lo único amable que se me ocurrió.

Seguimos hablando de otras cosas, ya que al parecer no hay nada más, aunque me alegro, no quiero que pasen cosas peores, en un momento quise algo dulce, fui a la cocina y saqué un flan.

Yami: ¿Qué es?- es un flan, querido- yo quiero- le señalé la nevera y sacó uno, bueno, al menos, no soy el único al que le gusta comer dulces por la noche, después de eso simplemente nos acostamos a dormir, debo admitir que se siente bien dormir con Yami, de verdad te extrañé mucho amor, lo consentí un rato hasta que me dio sueño.

Más tarde...

Miré el reloj y eran las 11 de la noche, miré y Yami estaba profundo, lentamente me puse de pie y cerré la habitación para que no escuchara nada, fui a la cocina y encendí la luz del mesón, saqué una botella de wiski que tenía escondida, saqué una copa mediana y empecé a tomar... de verdad no entiendo porque me pasan este tipo de cosas, ¿qué hice mal?, ¿en serio es malo amarlo?, ¿de verdad lo es?, en poco rato empecé a llorar, a veces me tapaba la boca y la nariz con mi mano para evitar que se me salgan los suspiros, no quiero perder mi trabajo, pero tampoco quiero estar lejos de la persona que amo...

Me la pasé unas dos horas más llorando, no quiero que Yami me vea así, me calmé, volví a esconder la botella, entré al baño de visitas y me lavé la cara y la nariz, listo, por lo menos así mañana no me veré mal, además no puedo permitirme verme mal, ni frente a Yami ni a nadie, después de todo, hay tantas cosas que he tenido en la mente, de verdad no quiero que las cosas se compliquen...

Dos días después...

Yami

Apenas sentí como Yugi cerró la puerta, abrí los ojos, cuando descubrí que se ponía a llorar, y más encima, se desahogaba tomando, me rompió el corazón, primero le pregunté a mi mamá como ayudarlo, porque yo no sabía como hacer esto, para nada, mi mamá me dijo que si lo iba a confrontar, que no pareciera eso, que me calmara y que le hablara suave, porque está sufriendo, y que es normal que no quieran mostrar eso, y me dijo que lo escuchara y que secara todas las lágrimas, que posiblemente, se estuviera aguantando día tras día, y esa noche será justo ahora, me puse de pie suave, no quiero que se asuste, y apenas salí y cerré la puerta con cuidado, fui a la cocina y apenas chocamos miradas...

Yami: Ya sé que estás haciendo, y déjame decirte que no me gusta que lo hagas- caminé rápido y lo abracé y tembló- dime que pasa amor, ¿qué te hace sufrir?- y empezó a llorar, lentamente lo alejé del mesón y nos sentamos en el sofá- ¿qué pasa?

Yugi: ¿De verdad es malo que me ames?, si ya eres un adulto, ¿por qué es un problema?

Yami: Porque al mudarme de ciudad tuve que repetir dos años, y a pesar que sea un adulto, se supone que todos los estudiantes deben ser niños, y ellos no dejan ver la realidad de las cosas- tomé sus mejillas- jamás será un erro que yo te ame, jamás, mis padres te aprueban y mis amigos también, y aunque no fuera así, a mi no me importaría, yo te escojo a tí sobre lo demás, hasta incluso me haces mejor persona- acaricié sus mejillas y luego besé tiernamente sus labios- el problema son ellos, no nosotros.

Yugi lloró por un buen rato, yo lo consolé y le di mucho cariño, y a veces miraba a la nada pensando en como haría mi venganza, porque a Mai le haré lo peor y ya sé como lo voy a hacer, además no quiero decirle, porque es su compañera y la aprecia, así que es mejor que no se entere por mí.

Hasta el próximo capítulo....