Cap XXIII: "No te engañes"

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Cap XXIII: "No te engañes"

Mati había intentado prepararse física y emocionalmente para el nuevo cambio que ocurriría esa mañana. Pero no, iba a asistir al Instituto por primera vez con el mayor de sus nervios y ansias de regresar.

El reloj marcaba las 7: 12 y en unos diez minutos debía estar ya en el McKinley. Sin embargo, por mucho que Evelyn insistiera en que ya debían irse, su cuerpo no se despegaba de la habitación de sus hijos y su mente no la ayudaba en mucho tampoco.

Judy estaba cerca de ella asegurándole que todo estaría bien. Ella misma se quedaría hasta las 9 con sus nietos porque luego debía sumarse a la clínica donde trabaja Russel en su ayuda.

Mati escuchó el timbre y los vellos de su nuca se crisparon. Observó de reojo a Evelyn abandonar el lugar y caminar rumbo a la puerta. Se aclaró la garganta, les dejó una última mirada a sus hijos y siguió los pasos de su novia con su madre pegada a ella.

Llegó al living y Natalie estaba terminando de saludar a Evelyn antes de acercarse a ella y estirarle la mano en un cordial encuentro. Se aferró unos segundos a ese contacto y fijó su mirada en ella por otros más. Cuando la chica forzó una sonrisa, reaccionó y se alejó hasta tomar su mochila.

- Buenos días- la escuchó saludar a su madre y sonrió orgullosa cuando Judy respondió igual pero de manera lejana-

- Bueno, no hay mucho que decir, creo- habló Evelyn anotando algo en un papel y dejándolo luego sobre la mesa, bajo el florero- Aquí está el número de mi madre. Judy te ayudará a despertarlos y luego a darles el desayuno. Y luego puedes dejarlos en su colchoneta- señaló la morena frente a uno de los sillones y la chica siguió cada movimiento con cuidado- y pasarán allí la mañana hasta que regresemos, seguramente-

- Claro- respondió Natalie con una sonrisa y asintiendo rápidamente con su cabeza-

- En la heladera hay dos biberones pero evítalos mientras puedas. Sus desayunos ya están preparados y sus cucharas son las únicas dos de colores que hay en el cajón de cubiertos- dijo Mati llegando a Evelyn y bajando su mano para entrelazarlas- ¿Estoy olvidándome de algo?- le preguntó a su novia y Evelyn le respondió directamente a Natalie-

- Y está Chester, nuestro perro. Aunque no da muchos problemas. Solo aliméntalo también y una sola vez. Su comida está en el ultimo estante- le señaló la morena el lugar algo alejado y finalmente terminó- Pero se despertará y andará una vez que los niños dejen sus cunas también-

- Creo que está todo- susurró Mati - Bueno, nos vamos. Cuídalos muy bien, por favor-

- Lo haré, quedé encantada con ellos la vez anterior. No se preocupen- aseguró Natalie mientras Mati pasaba a su lado y Evelyn caminaba de su mano detrás-

- Estaremos aquí después del mediodía- le aclaró la rubia una vez en la puerta y sonriéndole a su madre- Hasta luego-

- Hasta luego- saludó la chica y finalmente la puerta se cerró. Tamborileó nerviosa sus dedos sobre su bolso y giró acercándose a Judy-

- ¿Has desayunado ya?-

- Un juego de naranja-

- Bueno, ven, acompáñame con un café mientras me cuentas de ti-

Mati abrió su casillero a media mañana y aprovechó para observar detenidamente la foto que adornaba la pequeña puerta de aluminio y sonrió gratamente: la cámara había tomado el momento perfecto de la sonrisa de Beth y Joey y allí estaba ella ahora deleitándose con ellas.

Acarició el papel unos segundos y se preguntó cómo estaría todo en su casa. Judy seguramente ya no estaba en ella y no quería darse tampoco la tormentosa tarea de preocuparse todas las horas que quedaban.

❤️ La Causa Perfecta Evelyn y Mati ❤️‍🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora