🐯🩵 MINI MARATÓN 2/5 🩵🐯
Yuji adoptó su formal animal para llegar más rápido al lugar donde se encontraba Satoru. Su corazón estaba agitado por el cansancio y el miedo. ¿Sería algo grave? ¿Estaría consciente? Sus dudas solo crecían a medida que se acercaba al edificio, no era posible que se enfermara por algo así cuando el mismo dijo que era el leopardo más fuerte.
Por suerte no tuvo que esperar mucho o mentir para colarse en el recinto, ya que justo cuando llegó el director Yaga iba saliendo. Este le miró sorprendido al verlo ahí tan tarde. El mayor estaba por hablar, pero Yuji de inmediato cambió su forma. - ¿Dónde está Satoru? - fue lo primero que dijo al ver la mayor, las formalidades para el minino pelirrosa parecían sobrar. Ni siquiera había recuperado el aliento, pero no quería darle tiempo a Yaga de inventar una excusa o mentirle. - Sé que está aquí. Necesito verlo. - clamó con evidente preocupación.
Yaga soltó un pesado suspiro comprendiendo que el felino estaba ahí porque recién se había enterado de lo sucedido con Satoru. Lo miró con cierta lástima y procedió. - No puedes verlo. - sentenció de inmediato y sin dar explicaciones.
- Directo, por favor. Teng- necesito verlo. - su dolor era evidente en su voz, su instinto le decía que algo muy malo había pasado. Sus sentidos se había agudizado para captar cualquier cosa que le diera información o al menos una señal del albino.
La mano del mayor se posó en el hombro del tigre mientras lo veía con cierto pesar. - Por ahora no puedes verlo, pero te explicaré lo que está pasando. Ya es malo tener a un ejemplar como el enfermo, no sé si podríamos con dos. - le invitó a ingresar al edificio.
El pelirrosa lo siguió en silencio por un largo y oscuro pasillo. Las pisadas de ambos hacían eco en el lugar, causando que Yuji estuviera más alerta de lo habitual. Al cabo de unos minutos llegaron a una pequeña oficina, donde el mayor amablemente le pidió al pelirrosa que tomara asiento.
- Director... - susurró Yuji tan pronto ambos estaban sentados.
- Seré muy sincero contigo, la condición actual de Satoru es un poco delicada. - fue lo primero que dijo antes de hacer una prolongada pausa. Al parecer analizaba la mejor forma de decirle aquello sin hacerlo sentir mal, pero era casi imposible lograrlo. - Primero que nada, quiero que entiendas que nada de esto es tu culpa. - sonrió rápidamente. - En resumen, Satoru sufrió un golpe extremo de calor al someterse a cambios de temperatura tan drásticos. Según los registros, estuvo ingresando los últimos 6 días al hábitat de la selva. - bajo su mirada por unos instantes, sabiendo que el menor se culparía de inmediato.
- ¿Qué? - Yuji lo miró con los ojos bien abiertos al escuchar aquello. - Pero él dijo que estaba bien, incluso ayer no parecía sentirse mal. - inconscientemente, a pesar de lo dicho por Yaga, Yuji había comenzado a culparse por no haberse dado cuenta que Satoru se había forzado demás solo por pasar un poco más de tiempo con él. Era evidente que aquello le pasaría factura, pero realmente no le había parecido que él se sintiera mal.
- Se esforzó por no mostrar su malestar, pero incluso siendo un gran felino, su propio cuerpo tiene límites. - empezó a explicar Yaga. - Satoru es un leopardo de las nieves, por lo que puede soportar temperaturas ambientales de entre 40 a 50 grados bajo cero hasta una temperatura máxima de 20 grados, sin mayor problema. Cualquier temperatura que supere de ese rango máximo puede ser contraproducente para su salud, no solo por su adaptabilidad, sino porque su cuerpo está diseñado para temperaturas bajas. Por ejemplo, el clima del recinto está a 17 grados, ya que es la media que todas las especies toleran sin consecuencias. Sin embargo, al ingresar a la habitación aclimatada como selva, se expuso a temperaturas que superan los 25 grados y que superan la sensación térmica por unos 5 o 10 grados dependiendo de la humedad. Esta exposición constante a esas altas temperaturas poco después de salir de su hábitat, causó que su cuerpo no tuviera tiempo suficiente para asimilar los cambios de temperatura de forma correcta. - decía sin dejar de mirar a Yuji quien mordía su labio y nervioso jugaba con sus manos.
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AST - 45 DÍAS PARA ENAMORARTE
FanfictionActualmente, todos los humanos tienen rasgos animales, desde tiernos bigotes, hermosos plumajes o colas esponjosas que los hacen envidiables. Es raro ver a un humano sin algo diferente, por así decirlo. Sin embargo, al ser las mezclas tan variadas...