Capitulo 3: Huida de la aldea de los ogros

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[...]

- Años atrás -

En la cima del palacio, una mujer de pelo blanco, vestido hermoso y unas alas grandes y fuertes, observaba con tristeza el paisaje debajo. Desde su posición elevada, Princesa Elera veía a su pueblo, los Cesthelys, trabajando arduamente en el suelo lejano. Aquellos que no habían tenido la suerte de obtener un don vivían en condiciones difíciles, expuestos a los peligros de la oscuridad que acechaba más allá de sus fronteras.

umida en sus pensamientos, Elera no escuchó los pasos suaves que se acercaban hasta que una voz familiar la sacó de su ensimismamiento.

- "¿Cómo estás?" - preguntó Eryndor, su tono cargado de preocupación.

Elera suspiró y se volvió ligeramente hacia él, sin apartar la vista de su pueblo.

- "Estoy un poco desanimada, Eryndor. Cuando sea reina, haré todo lo que esté en mis manos para que todos los Cesthelys puedan vivir en el castillo. No quiero que sigan arriesgándose a que la oscuridad los atrape. No estaré aquí para siempre y sé que después de mi muerte, controlar la oscuridad será muy complicado."

Eryndor la observó en silencio durante un momento antes de hablar.

- "¿Crees que casándote con Baltharok lo conseguirías?"

Elera giró rápidamente, sorprendida por la pregunta. Sin embargo, recordó que Eryndor tenía el don del saber, era de esperarse que pronto se daría de cuenta.

- "Baltharok no es como todos piensan." - dijo, sus ojos llenos de convicción.- "Él es un demonio bueno, Eryndor. Sé que suena increíble, pero lo es. Y lo amo."

Eryndor se acercó a ella, tomándola suavemente por los hombros.

- "Elera, te amo. Por favor, dame una oportunidad. Estás equivocada sobre Baltharok. Él solo te está engañando."

La expresión de Elera se endureció y se apartó de su agarre.

- "Lo siento mucho, Eryndor. He intentado quererte, de verdad, pero nunca he podido sentir algo por ti y dudo que algún día pueda hacerlo."

Con esas palabras, Elera se dio la vuelta y se alejó, dejando a Eryndor solo en la cima del palacio, su corazón pesado con la certeza de que su amor no sería correspondido. Mientras se marchaba, Elera no pudo evitar sentir una punzada de tristeza por haber herido a una de las personas que más ha querido.

- En la actualidad -

El ogro, llevando a Mia en su enorme mano, la llevó a través del bosque hasta llegar a una aldea oscura y lúgubre, habitada por otros ogros. Al entrar, la llevaron a una casa la revisaron para después llevarla al centro de la aldea. Varios de los ogros se reunieron alrededor, mirándola con curiosidad y hambre en sus ojos.

Mia luchó con todas sus fuerzas, intentando escapar del férreo agarre del ogro que la sostenía. Su mente corría a mil por hora, buscando desesperadamente una manera de liberarse.

De repente, un ogro más pequeño y astuto se acercó, sosteniendo un pedazo de espejo roto en sus manos. Con una sonrisa torcida, levantó el espejo hacia Mia.

- "Ella es la princesa y futura reina Elera de Celestia," -dijo el espejo dejando sorprendida a Mia.

Al escuchar esas palabras, todos los ogros comenzaron a emocionarse. El ogro que la sostenía en alto, con una sonrisa maliciosa, rugió para silenciar a la multitud.

- "¡Silencio! Ella y el hada será la presa de nuestro líder para el gran día de caza."

Un grito unísono de emoción y júbilo surgió de la multitud de ogros, sus voces resonando por toda la aldea. Sin perder tiempo, el ogro llevó a Mia hasta una de las jaulas ubicada en el centro de la aldea y la arrojó dentro sin piedad.

Un demonio me dice en mis pesadillas que seré su esposaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora