Capitulo 4: La caída

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[...]

- Años atrás -

Nike y Mia estaban en la sala, el sol de la mañana se filtraba por las cortinas, llenando el espacio con una luz clara
. Mia, con una expresión de preocupación en el rostro, miraba a Nike mientras él se preparaba para salir.

Mia lo observaba en silencio, luchando con las palabras. Finalmente, no pudo contenerse más y rompió el silencio.

-"Amor, ¿por qué no mejor no te acompaño y nos vamos juntos?" -dijo Mia, su voz teñida de ansiedad.

Nike, terminando de abrocharse el abrigo, se volvió hacia ella con una sonrisa tranquilizadora.

-"No, amor, es mejor que te quedes aquí en casa, ¿sí? Estaré bien" -respondió Nike con suavidad.

Mia frunció el ceño, sintiendo una opresión en el pecho que no podía ignorar. Dio un paso hacia él, tocándose el pecho con una mano temblorosa.

-"Es que tengo un presentimiento..." -dijo Mia, su voz quebrándose. Bajó la mirada por un momento, luego la levantó para encontrar los ojos de Nike- "Algo me dice que algo malo podría pasar. No puedo explicarlo, pero siento que deberíamos estar juntos."

Nike la miró con ternura, acercándose para tomar sus manos entre las suyas.

-"Mia, sé que estás preocupada, pero te prometo que todo estará bien. Mañana regresaré temprano, está reunión es muy importante. "

-"Por favor, Nike" -insistió Mia, su voz apenas un susurro- "No me gusta esta sensación. No me sentiré tranquila hasta que estés de vuelta."

Nike suspiró, comprendiendo la profundidad de su inquietud. La abrazó, sintiendo el calor de su cuerpo y el ritmo acelerado de su corazón.

-"Te prometo que estaré de vuelta antes de que te des cuenta. Solo necesito que confíes en mí, ademas, quiero que asistas a la cita." -dijo Nike mientras apartaba un poco a y ponía su mano en el vientre de Mia- para confirmar si estás embarazada. ¿de acuerdo? -dijo Nike, con una sonrisa en su rostro.

Mia asintió lentamente, aunque el nudo en su estómago no se desvanecía.

-"Está bien... solo, por favor, ten cuidado" -murmuró ella, aferrándose a él antes de dejarlo ir.

Nike besó su frente con suavidad antes de apartarse.

-"Lo haré, te lo prometo" -dijo Nike, dándole una última mirada antes de salir por la puerta.

Mia se quedó en la sala, observando cómo la puerta se cerraba tras él, con el presentimiento aún pesando en su corazón.

Pasaron los días y Nike estaba completamente desaparecido. Pregunté en su trabajo, una agencia de publicidad donde era diseñador gráfico, y me dijeron que jamás había llegado a la reunión importante que me había comentado. La preocupación empezó a carcomerme.

Después de varios días sin noticias, la policía finalmente encontró a Nike. Estaba en el bosque, desnutrido, como si no hubiera comido en meses. Su aspecto era aterrador: ojos hundidos, piel pálida y frágil, y un cuerpo reducido a la mínima expresión de vida. El doctor, al examinarlo, comentó que su estado era extremadamente raro. No solo presentaba signos de desnutrición severa, sino que también tenía una debilidad muscular extrema y síntomas que podrían indicar una insuficiencia de múltiples órganos, algo que raramente se ve en alguien tan joven y previamente sano.

Nike fue llevado al hospital y, después de un par de días de cuidados intensivos, finalmente despertó. Corrí a su lado, ansiosa por hablarle y entender qué había sucedido. Pero cuando le hablé, su respuesta me dejó helada.

Un demonio me dice en mis pesadillas que seré su esposaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora