Querido diario:
Ya no quería sentarme junto a él , pero no tenía remedio.
Al llegar al salón me detuve un momento para observarlo, había crecido mucho, probablemente media 1.90, su sonrisa ahora se veía firme , ya no era ese débil pequeño que lloraba por tonterías, sus ojos seguían teniendo ese brillo especial , y aún resplandecían cuando los iluminaba un rayito de sol, era demasiado guapo , debía admitirlo , y demasiado fuera de mi alcance.Las miradas de toda la clase seguían posadas en mi , pero ya poco importaba , sólo quería estar en paz ese mes que estuviese en la escuela.
Las horas pasaban y sentía su mirada ,pero decidí ignorarlo .
Me alejé de cada gesto de amabilidad que él tenía, era lo más sensato.
