10

22 13 0
                                    

Querido diario:

Ya ni siquiera podía caminar ,.mis huesos se sentían pesados y adoloridos .
La fatiga se apoderaba de mí , fiebres constantes , vómitos , dolor en el abdomen , sudoraciones en las noches ,y la pérdida de peso .
Pero lo peor de todo era que cada vez más perdía la memoria, muchas veces llegué a olvidarlo , y el lo aceptaba e interpretaba un papel diferente, algunas veces creía que era un doctor, otras mi hermano, otras un desconocido, y así otras tantas .

Cuando volvía en mí me sentía la peor persona, pero ya no lo podía evitar , él seguía ahí , sonriéndome, cuidándome en las noches , sin siquiera dormir .
Mi cuerpo se sentía tan pesado, tan cansado de luchar , los hematomas ya habían ocupado toda mi piel y parecía un cadáver andante , mis huesos eran visibles y mi piel era tan pálida que asustaba.

Cada noche me asustaba, me aterraba que llegara el día en que ya no pudiera recordar nada , absolutamente nada , por eso anotaba cada cosa en esa libreta en donde anoté mis deseos , y cada vez que sufría amnesia la leía para poder recordar.

Todas las noches era el mismo sufrimiento, fiebres, vómitos , llanto.

El seguía a mi lado , recordándome que me amaba , que era lo más importante en su vida y que todo estaría bien .

Ella ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora