⌈ Capítulo 21 ⌋

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❥ Fiesta para cuatro



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Cualquiera que venga a Blackpool a hacer negocios no es una buena persona, pero después de la intimidación de Lan y Yiwen en este momento, y la estrecha envoltura de An Ming y número nueve, ya nadie quiere provocar.

En cuanto a lo que dijo Lan sobre mirar a escondidas, como fue en secreto, la sirenita no lo notó de todos modos.

La próxima compra se volvió fácil y agradable.

Esta es principalmente responsabilidad del número nueve, porque se debe tener en cuenta cómo almacenar las frutas y verduras compradas, cómo equilibrar el valor nutricional y cómo hacer que el sabor sea lo más popular posible para la tripulación del Phoenix y número nueve puede manejarlo bien.

Por lo tanto, el número nueve eligió justo como un tío lo hace, analizando las microexpresiones de los vendedores para hacer más o menos tratos. Lan solo se encarga de tomar la decisión final, Yiwen se encarga de pagar la cuenta y los cuatro subordinados son responsables de contactar los problemas de entrega de seguimiento.

En cuanto a la sirenita, es un miembro ocioso responsable de comer y beber.

El número nueve tomó una bolsa de papel con pequeñas frutas moradas y se las entregó a la sirenita.

No era conveniente tomarse de la mano mientras comía, por lo que An Ming tenía una razón para dejarlo ir. Cogió una fruta de color púrpura y descubrió que parecía un tomate pequeño, pero olía a uvas, mezclada con el aroma del vino.

—Fruta negra de Blackpool, una especialidad local— le explicó Lan —Es amarga y dulce en la boca.

An Ming se metió uno en la boca por curiosidad. La fruta suave y jugosa explotó en su boca y el rico aroma llenó su boca y nariz.

—¡Vaya, es tan delicioso! ¡Todos deberían probarlo! — An Ming sostuvo la bolsa y caminó en círculo. Yiwen y cuatro subordinados tomaron frutas y las llenaron de elogios después de probarla.

Era el turno del número nueve, y el pelinegro miró a la sirenita. —An Xiaoming, ¿hiciste esto a propósito?

—¿Eh? — dijo estúpidamente An Ming —No solo trabajes, también come.

El número nueve enfureció. —¿Cómo puedo comerlo?

—Oh— la sirenita se dio unas palmaditas en la cabeza. —Principalmente te ves demasiado humano.

Esto fue de gran ayuda para el número nueve, y tarareó—: Te perdono.

An Ming volvió a levantar la bolsa de papel hacia cierto dragón. —Ven aquí.

Al ver que la sirenita no se movía, cierto dragón arqueó las cejas y abrió levemente sus finos labios. —¿Qué estás haciendo?

—¿Eh? ¡Todos se lo comieron!

—Entonces dame de comer— Lan bajó un poco la cabeza y un mechón de cabello dorado claro cayó de su oreja.

An Ming: "..." ¿Quieres volver a declarar la soberanía?

Pero esto realmente la hará estar más seguro, y la fruta negra de Blackpool es realmente deliciosa. An Ming no puede esperar a que Lan la pruebe.

Después de todo, ya somos compañeros que dormimos juntos, así que ¿por qué molestarnos con esto? An Ming escogió generosamente la fruta más grande, la pellizcó suavemente con el pulgar y el índice y la puso con cuidado en la boca del híbrido humano-dragón.

Después de ser atrapado por el malvado dragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora