Rael
Mientras conducía, el señor Lombardi me contaba como la señorita Alessandra puso al señor Sergey en su lugar, no podía ocultar su admiración por esa mujer, creo que ninguno se recuerda, aunque el señor seguro lo hará cuando vea el expediente de la señorita, solo no entiendo porque tarda tanto. Lo llevaba a una reunión con muchos de sus socios en Rostov, ya teníamos 2h de viaje con los demás guardaespaldas siguiéndonos, en todo ese tiempo solo me ha hablado de ella. Me preocupa un poco que se esté enamorando, si quería que lo hiciera de alguien buena como esa chica, pero ahora no estoy muy seguro.
—¿Rael, estaría bien llevarla a la boda de Sasha? — lo miro por el retrovisor, lucía más joven sin su barba, -Aunque, no le gustan las fiestas, al menos debería invitarla.
—¿Lo estaría haciendo por usted o por ella? Sé muy bien que quiere exhibirla como su futura esposa a todos los invitados de la boda, pero eso no estaría bien señor. — regreso mi vista al frente, —Debería preguntarle si quiere ir, también debe informales las intensiones que tiene con ella. - lo escuché bufar, —No haga así, parece toro.
Eso lo hizo reír, —Rael, quedamos en no hablar de esto pero, no puedo evitarlo. — sé que va a preguntar, pero lo dejaré hacerlo, —¿Ella esta bien? ¿Te ha causado problemas?
—No, ella no da problemas en lo absoluto, pero siempre pregunta por usted, solo le digo que usted está muy ocupado. — me desvío a una gasolinera.
—Haré espacio en mi agenda para ir a verla.
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Alessandra
—Emily ¿Quieres acompañarme a pasear a Bonnie? — toqué la puerta de su habitación, regresó en la mañana después que Lombardi se fue, pero no ha querido salir de ahí.
—No, gracias, quiero descansar un poco, será después. — ni siquiera salió de su habitación.
—Está bien, volveré en una hora. — salí del penth-house con Bonnie y dos guardaespaldas, Lombardi les dió esa orden.
Llegamos al parque, los hombres mantenían su distancia. Bonnie se veía cómico con el suéter que le había tejido hace un tiempo, era de color vinotinto, es una ternurita, paseamos todo el parque, ya estaba un poco cansada y me dolía un poco el abdomen, cerca del parque había una cafetería, como tenia dinero decidí comprar algún dulce para Emily, entré y un hombre como de mi edad chocó conmigo derramando su batido sobre mí.
—¡Oh, no! De verdad lo lamento, fue mi culpa, pagaré su ropa. — dijo él con un acento muy italiano. En un parpadeo los guardaespaldas estaban a nada de alejar al hombre de mi.
—No se preocupe, fue un accidente, estoy bien. — miré a los hombres de Lombardi y negué para que se quedasen tranquilos, Bonnie se estaba lamiendo el batido que cayó en el suelo, era solo de fresa así que lo dejé.
—Entonces, déjeme pagar lo que vaya a comprar, enserio lo lamento. — lucía arrepentido.
—Acepto sus disculpas. —le dije lo que quería y lo compró, eran una tarta plavlova y un tiramisú, —Muchas gracias, eh. ¿Cuál es tu nombre, vive por aquí?
—Soy Vicenzo Maretti, y estoy de viaje, es un gusto conocerla ¿señorita? — estaba esperando una respuesta.
—Alessandra Boschetto, y gracias por los dulces, está perdonado señor Vicenzo. — me resulta algo familiar, no sé, seguro es su nombre, —Ya debo irme.
—Si, está bien, vaya con cuidado, espero encontrármela de nuevo. — dijo amable, —Buon pomeriggio, signorina.
Escucharlo hablar italiano me hizo sonreír, aquí solo conocía a rusos que hablaban ingles como mucho, —Buon pomeriggio Signore, è stato un piacere. —dicho esto regresé a al apartamento.
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Bajo la Sombra de un Hermoso Cisne
ActionAlessandra es una cirujana exitosa de la clínica en Moscú se ve enfrentada a momentos difíciles debido a las acciones de una persona en particular. A medida que la historia avanza, la protagonista se ve obligada a enfrentar desafíos que ponen a prue...