VII

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Después de la comida nos dejaron descansar un rato que pasé tumbada intentando dormir en la cama. Y cuando ya había disfrutado de mi descanso llamaron a la puerta.

-Que haces aquí?- pregunté cuando vi a Pablo en el marco de la puerta. Llevaba consigo una bolsa de patatas empezada y un cargador de móvil.

- Me aburro, pero tranqui no vengo solo- dijo pasando y detrás suyo pasaron las estilistas, maquilladora... cargadas con bolsas para dejarlas en el tocador de la habitación. - como todavía no tengo nada que hacer he dicho, porque no me paso a ver qué tal va?- empezó sentándose en un sofá que había al lado, enchufando el cargador y acomodándose.

- Tenemos dos horas y media Ona.- explicaron mientras colocaban las cosas. También habían venido los de redes que levaban todo el día grabando cosas. Pablo saludó con una mano desde el sofá cuando le enfocaron y la siguiente imagen era yo ya sentada en la silla frente al espejo.


- Que te van a hacer con esas cosas en la cabeza?- preguntó súper extrañado el futbolista al verme con unos rulos en los mechones de delante. Nosotras reímos.

-Voy a ir así, estoy guapa?- dije de broma posando al espejo.

-Igual espantas a los fotógrafos- dijo riéndose.

Cuando ya llevábamos un rato volvieron a llamar a la puerta reclamando al futbolista sevillano a su habitación. Acabamos antes de lo que pensamos así que aprovechamos el tiempo para sacar unas fotos.
Yo llevaba un vestido negro, largo hasta los tobillos y con un poco de pedrería en la parte del pecho. Era sencillo pero precioso.

Bajamos con todo el equipo al lounge del hotel donde tendríamos un fondo más bonito. Al principio posaba yo siguiendo las indicaciones del fotógrafo que nos acompañaba. Entonces apareció Laporta seguido de unos cuantos más. Entre ellos Gavi, con un traje de gala... Para que os voy a mentir, igual se me aceleró el corazón un poquito, pero sólo un poquito. Le quedaba tan bien. En el fondo me sorprendí, porque había reaccionado así? No me reconocía. Laporta con un gesto de la mano le mandó ponerse a la foto.

-Posad juntos un par.

-Estás muy guapa. - me dijo bajito a la vez que me rodeaba la cintura con uno de sus brazos provocando una sensación que recorrió mi cuerpo con su tacto, el otro lo llevaba con la mano en el bolsillo. Yo me giré a mirarle a la cara sorprendida por su acción. A la vez veía el flash de la cámara fotografiándonos. Me había olvidado por completo por un momento de donde estaba.

-Listo- dijo el fotógrafo revisando su cámara y fue cuando empezamos a ir hacia el coche. Mi representante se acercó a mi para devolverme el bolso que me aguantaba. Era un bolso de mano dorado en el que sólo llevaba el móvil y el lip combo para retocarme los labios si lo necesitaba. Entramos los dos en un coche negro junto con un cámara que iba a estar cerca de nosotros toda la noche.

Al llegar al lugar de la gala había mucha gente en el exterior esperando para recibir a los futbolistas. Fans amontonados a los lados en las vallas con los que nos tomamos unos minutos antes de entrar. Dentro ya pudimos apreciar el ambiente normal de un evento. Gente de aquí para allá, medios, famosos, un montón de seguridad...

Nos recibieron y fuimos directamente a la alfombra roja. Allí posé para todos los fotógrafos que había, que no eran pocos. Después de unas entrevistas cortas y saludar a muchos conocidos nos pasaron a todos al interior. La gala de los premios estaría retransmitida en directo. Pablo y yo nos sentamos juntos, a nuestro lado también estaba Laporta para recoger el premio al mejor club femenino, si lo ganamos claro.

El evento empezó con la aparición de los presentadores y siguió el curso usual. En algún momento desconecté del monólogo por aburrimiento pero al oír Barça y ver la cámara enfocándonos sonreí en su dirección para después mirar a Laporta cómplice. Unos minutos después el presidente estaba subiendo al escenario tras ganar el premio al mejor equipo femenino. Obviamente cuando anunciaron el ganador todos los presentes del equipo saltamos a celebrar. Vi como las cámaras volvían a enfocarnos y aproveché para mandar un beso y hacer un corazón con las manos.

Cuando volvió con el premio me lo dio después de dos besos y lo levanté sin moverme del asiento con los aplausos de los que nos rodeaban ya que la gala seguía su curso y pasaban a lo siguiente. Al final fue el único premio que nos llevamos ya que no Pablo ni yo a pesar de estar nominados ganamos. Aun así era más que suficiente para celebrar.

Tras la gala pasamos a la recepción, vaya la cena y la fiesta. Lo hacían allí en una sala contigua que tenía una barra enorme, un pequeño escenario al lado y el resto estaba lleno de mesas muy bien decoradas. Las flores no faltaban y cada sitio estaba asignado con un cartel con el nombre. Por primera vez nos tocaba separarnos de los representantes y el resto del equipo ya que íbamos a sentarnos en una mesa con otros futbolistas. Nos despedimos de la cámara que iba grabándonos la noche haciendo el tonto. Y caminamos hacia nuestra mesa.

-Onaaaaa!- vi a mi compañera de selección levantarse de la mesa a la que íbamos y venir hacia mi corriendo como podía con los tacones. Yo hice lo mismo.

-Laia- nos abrazamos después de un tiempo sin vernos. En la selección y sobretodo durante el mundial Laia Aleixandri y yo nos habíamos hecho muy cercanas. Además estaba jugando en Manchester cuando yo llegue y me había ayudado muchísimo. En el mes que llevaba en Barcelona era la persona a la que más había echado de menos.

-Voy a sentarme aquí a tu lado que tenemos que ponernos al día.- dijo emocionada cambiando el cartel con su nombre al sitio de mi lado.

Hasta que nos trajeron el primer plato nos pasamos el rato hablando de cosas varias. Yo había dejado un poco de lado a Pablo que estaba sentado a mi otro lado pero mantenía una conversación con el resto de la mesa. Más adelante nos involucramos todos en ella y pasamos un bien rato la verdad. El postre era un pastel de chocolate, no podía estar más feliz.

-Es chocolate- le dije a Pablo súper emocionada como una niña de tres años. Hacia mucho que no comía chocolate, demasiado. Este se rio de mi mientras me decía que si y probaba un bocado. Yo cogí mis cubiertos y con alegría empecé mi trozo.
-Me estás grabando?- pregunté riendo al ver como el sevillano me enfocaba con el móvil mientras yo disfrutaba de mi postre. Él rio conmigo para después quedarse mirándome.

-Tienes chocolate por todo el labio - dijo mirando en esa dirección. Me limpié con la lengua y un poco de ayuda de la servilleta.

-Mejor?- dije después de eso aun bajo su mirada.

-Si- contestó suavemente antes de devolver la vista al resto de presentes.

- Uy que tensión - me susurró Laia al oído insinuante.

- No te creas- dije girándome repentinamente- si nos hubieras visto, hace nada no nos aguantábamos. - continué haciendo memoria de los primeros días

-Hazme caso, no suelo equivocarme- siguió empeñada en ello.




La fiesta de después fue una pasada. Bailamos, bebimos y hasta cantamos las canciones más conocidas. Ni me acuerdo del número de personas con las que hablé. No muy tarde Laporta vino a por nosotros y nos mandó retirar y volver al hotel. En verdad no me quejé porque estaba muerta. En el coche de vuelta íbamos Gavi, los representantes y yo. Me quité los tacones porque no aguantaba más y nos pasamos el viaje riendo. Típica risita tonta y comentarios de cuando has bebido un poco.

En la puerta del hotel nos paro Laporta a todos. El panorama era digno de admirar. Yo descalza y abrigada con una bufanda de cuadros de mi repre que no me combinaba para nada, Gavi con toda la chaqueta del traje manchada de vino, y él más fresco que una rosa con el premio bajo el brazo cual bolso de vieja.

- Estoy muy contento con esta noche, somos un gran equipo. Y ahora todos a descansar que el avión sale por la mañana.- dijo. La cámara todavía seguía grabando partes de la noche.

-No nos dejarás hacer turismo- le siguió alguien la conversación mientras entrábamos al hotel.

-Estoy muerta- le comenté a Pablo todavía parada en el sitio.

-Ven que te llevo- dijo ofreciéndose y sin pensármelo me subí a caballito.

En el pasillo la cámara se acercó a nosotros para despedirse cuando nos encontrábamos en la puerta de mi habitación, yo todavía cargada por el sevillano y con los tacones en la mano hice una pose tonta como pude y él abrió la habitación. Hasta que entramos dentro nos enfocaban.

- Te dejo aquí y me llevo mi cargador.- dijo dejándome en el suelo y recogiendo lo que se debía haber dejado antes.

-Buenos noches- le dije antes de que saliera por la puerta y después de su respuesta esta se cerró.

home <3 || Pablo Gavi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora