Los días pasaron sin el menor incidente. Y Lucas creía estar volviéndose loco. Una horda de sentimientos se le revolvía en las entrañas, y no sabía cómo parar ese vaivén emocional. Por un lado, alguien había profanado los restos de su madre, había visto el cadáver del director de su instituto desmembrado, y él parecía la única conexión existente entre ambos hechos.
Y por el otro, estaba Laura. Él no era de los que se ilusiona con facilidad, y mucho menos era un romántico. No, eso se lo dejaba a Caye. Pero hacía mucho tiempo que no sentía una atracción tan fuerte por nadie. Y es que en realidad, él nunca se había sentido de aquella manera. Al contrario de lo que Eloy había pensado en un primer momento, a Lucas le encantaban las chicas. Pero es que nunca se había tomado a ninguna en serio. Y aunque las chicas no eran un problema para él, nunca se había enamorado.
Pero Laura... Ella le parecía diferente. No sabía muy bien en qué aspecto, simplemente lo era. Habían quedado en ir al cine el miércoles, y aunque Lucas estaba bastante emocionado, también estaba nervioso. Él solo quería hacer las cosas bien.
El timbre del recreo le trajo de vuelta a la realidad. Caye lo miró pensativo.
- ¿Qué?- Preguntó Lucas.
- Nada... Es solo que...-
- ¿Qué?-
- ¡Pues que mira como te tiene Eloya!¡ Me pido ser el padrino de la boda!-
- ¡Eh! ¡El padrino de la boda seré yo que para algo es mi hermana! Tú si quieres sé el padrino de los retoños...- Intervino Eloy.
- ¡Y una mierda! ¿Tú te crees que me sobra el dinero para ir repartiendo pagas todos los domingos o qué?-
- Si vas a ser médico, tendrás pasta. –
- Punto uno, no se llama "Eloya", se llama Laura. Y punto dos ¿sois tontos o sois tontos?- Dijo Lucas con exasperación. Eloy y Caye estallaron a carcajadas. –Además no estaba pensando en ella.- Eloy y Caye se miraron entre ellos y luego se dirigieron a Lucas.
- Nooooo... Qué va....- Dijeron al unísono el gitano y el pelirrojo.
- Os digo que no. Además tengo cosas más importantes en las que pensar ¿no os parece?-
- ¿Crees que... que el asesino...?- Titubeó Eloy.
- ¿Qué si creo que el asesino viene a por mí?- Intervino Lucas- No lo sé, pero hay muchas posibilidades. Lo que no entiendo es por qué.-
- A lo mejor solo son conjeturas vuestras. Y es casualidad.- Dijo Caye.
- Puede ser... Es verdad que hay asesinos en serie, psicópatas y gente que está muy trastornada.- Terció Eloy.
- Sí, pero... no sé... Eloy, tú que sabes de esto ¿Existen las casualidades en estas situaciones?- Preguntó Lucas.
- A ver... Por existir, existen. Pero son muy remotas.-
- Eso me temía.-
- Lucas, no tienes de qué preocuparte, la policía se está haciendo cargo de todo.- Dijo Caye tocando el hombro de su mejor amigo.
- ¿En serio? Hasta yo sé que la policía no suele poder evitar estas cosas.- Intervino Eloy.
- Eloy, el objetivo era tranquilizarle, no asustarle.-
- No estoy asustado, estoy inquieto. Y si la policía no coge a ese cabrón, le cogeremos nosotros.- Propuso Lucas.
- ¿Que qué? ¿Estás loco? ¡Si somos tres niñatos!- sentenció Caye.
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El príncipe de los idiotas. (Wattys2018)
Ficção AdolescenteA sus diecisiete años, Lucas Marín es un desencantado de la vida. Ha perdido demasiadas cosas como para no ser así, pero está decidido a averiguar la identidad del famoso asesino de Marina Verde. Para ello, tendrá que confiar en sus amigos Caye y E...