La hermana de Shinju y su Esposo estaban en casa, supuse que nuestros zapatos en la entrada nos habían delatado y por eso es que sabían que estábamos ahí, Shin se dirigió hacia su hermana y le preguntó que hacía en casa, a lo que ella respondió. ─Les trajimos de comer. ─me mira con una sonrisa, le devuelvo el gesto. ─Riki ─me habla el esposo de Hari─, la temporada de béisbol empezará muy pronto, ¿Quieres venir a nuestra casa para verlo juntos? ─me sentí emocionado por eso, era algo que no había olvidado, me gustaba mucho el béisbol desde pequeño. ─¡Por supuesto! ─le dije y él asintió. ─Antes cuando Hari y yo solo éramos novios, solíamos tú y yo reunirnos con nuestro suegro y tu padre a mirar béisbol, se puede decir que es nuestra tradición familiar. Últimamente Hari extraña mucho esa época, así que aunque no lo quiera decir, lo sé, es por eso que venimos más seguido a visitar a sus padres. ─Entiendo, entonces supongo que así se siente cuando dejas a tu familia y te casas. ─Así es... ¿Cómo va todo con Shinju? ─observó a las chicas desde la sala de estar. ─Todo va bien, creo que nos hemos acercado cada vez más... ─nos sentamos para platicar mejor. ─Estar juntos es la mejor decisión. Shinju puede ser algo difícil a veces, pero es lo que más te gusta de ella, siempre lo dices. ─Tienes razón... Es lo mejor ─sonrío. Era lo que tenía en común con mi antiguo yo, a ambos nos gusta mucho Shinju y para nuestra suerte, Shinju también siente lo mismo. ─Entonces nos veremos el fin de semana en mi casa ─asiento. ─Riki, vamos a comer, ven ─dice Shinju desde el comedor. Voy hacia ella─ Sé que querías que yo te preparará el almuerzo, pero no podemos desperdiciar la comida que mi hermana trajo. ─Así es, comamos todos, Cielo, ven ─Hari llama a su esposo. Nos sentamos todos en la mesa. ─Hari ¿por qué haces que mi cuñado venga a casa todos los días? Que desconsiderada eres, debe estar cansado del trabajo ¿No es así cuñado? ─Él solo ríe. ─Esta bien, no me canso, pero gracias por preocuparte, Shinju ─dice él. ─Conozco a mi hermana, es esa época del año ─dice Shin. ─Oye, te traje de comer, deberías estar agradecida ─se queja Hari. ─Gracias ─responde Shinju con una sonrisa. ─¿Qué tal va su proyecto? Escuche que es genial ─cambia de tema la hermana mayor. ─Lo es... Cuando lo terminemos habrá una exposición. Será el mejor, nuestra profesora esta fascinada ─responde Shinju y yo asiento. ─Sería todavía más genial si Shinju aceptará mi propuesta, pero aún se niega a agregar los últimos detalles que propuse ─digo yo. ─Es arriesgado, sería demasiado y no tenemos mucho tiempo ─dice ella y yo niego. ─Confía en mi ─le pido. ─Tengo que pensarlo ─ahora niega ella. ─No hay suficiente tiempo ─la miro y ella a mi. ─Lo pensaré bien. ─Suena a que será genial si trabajan en equipo ¿verdad, cariño? ─Hari asiente. ─Así es... Hermana, deberías tomar en cuenta la propuesta de Riki y por favor llévense bien, la otra vez mi madre nos comento que discuten mucho cuando trabajan en el proyecto ─me río con un poco de vergüenza. ─¿Cuándo les dijo eso? Para nada, bueno, puede que no estemos de acuerdo en todo, a cualquiera le pasa, Nos llevamos bien, ¿verdad, Riki...? ─me toma de la mano por debajo de la mesa. Observó a mis cuñados, por suerte ellos no lo notaron. ─Nos llevamos bien ─repito. ─Esta bien, les creemos, las parejas también pueden discutir, y si se escuchan el uno al otro y aprenden a resolver sus diferencias todo estará bien. ─Ujum ─asiente Shin.
Mientras comíamos y conversábamos sobre, béisbol, el proyecto, cómo nos había ido en el día, me sentía cada vez más en familia, me sentía muy cómodo; todo fluia con naturalidad. Hari y Daiji tenían que retirarse ya que debían regresar a casa.
─Recuerda ir el fin de semana, será divertido ─asiento. ─Saluden a Daiki de nuestra parte ─dice Shinju. Ellos se despiden y se van─. Así que iras el fin de semana a casa de mi hermana... ─Me mira Shinju. ─Sí, es temporada de béisbol y lo había olvidado, Daiji dijo que fuera a su casa para verlo juntos. ─¿Y yo puedo ir también? ─asiento. ─Y por que no... Vamos juntos ─le digo. Ella sonríe.
Regresamos a la habitación de Shinju, yo estaba terminando mi tarea y ella estaba ordenando algunas cosas, recibí un mensaje de mi madre, pregunto si regresaría temprano para la cena, quería responder que sí, pero a la vez quería quedarme más tiempo en casa de Shinju, además sus padres habían salido de la ciudad por trabajo, no quería dejarla sola en casa, así que quería preguntar si podía quedarme. La observe, ahora estaba sentada en su escritorio escribiendo en una libreta, me fije en que la pantalla de su computadora estaba encendida y en el fondo de esta había una foto de nosotros, la cuál no recordaba haber tomado, como las demás que estaban en mi galería de fotos. Teclee rápidamente la pregunta y la envié, a los pocos segundos mi madre respondió: solo si los padres de Shinju están de acuerdo, entonces puedes quedarte. Pensé: me he quedado ciento de veces antes, no creo que se nieguen.
─¿Puedo quedarme esta noche? ─digo en voz alta, para que Shinju lo escuche. ─Claro... Le diré a mis padres, aunque no creo que se nieguen. ─Bien... Iré a casa por algunas cosas. ─No hace falta, aquí tienes esas cosas. ─Esta bien... ─regreso a mi lugar y continuó con mi tarea. ─Papá respondió ─la escuche decir─. Dijo... ─y copio su tono de voz─. Sí, puede quedarse, pero recuerda, uno dormirá en el suelo, nada de abrazos, ya tendrán oportunidad para eso cuando sean mayores ─me río. ─¿Piedra, papel o tijeras, para decidir quién dormirá en el suelo? ─ella niega. ─Tú, por supuesto, es mi cama, yo dormiré en ella. ─Qué mala... Pero supongo que es lo justo. ─Dueme conmigo, mis padres no están, y si no les contamos ellos no se darán cuenta. Además regresarán en dos días. Será divertido, antes no podíamos hacer pijamadas, en tu casa siempre duermo en la habitación de Konon. Y aquí... Pues mis padres no dejaban que cerrará la puerta. ─Nuestra primera pijamada, suena bien ─Ella asiente. ─¡Iré a preparar todo! ─dice saliendo de la habitación─ Ah, cierto ─regresa─, En el armario, encontrarás ropa, puedes cambiarte y ahí está el baño ─me indica con la mano, asiento─. Iré a la cocina.
Hai ~🩷
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