009 - HIJO...

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Hablar con la Psicóloga solo me dejo todavía más confundido, era extraño hablar con ella, siempre que preguntaba algo, ella respondía con otra pregunta, fue difícil comprender, pero
también me hizo darme cuenta de muchas cosas... Cómo que aún siento algo por Shinju, aún en el fondo ella me gustaba mucho. Pero ahora sería difícil acercarme a ella, había puesto una barrera entre nosotros, y si no pasamos tiempo juntos todo mis esfuerzos por recordarla serán en vano. De camino a casa mi padre no me hizo ninguna pregunta, lo cual agradecí, porque no podía pensar en nada más. Ese día me sentía más agotado que los días anteriores, la clase también fue pesaba, solo quería regresar a casa y dormír. En cuanto llegue a casa mi madre estaba ansiosa por saber como me había ido con la Psicóloga, le dije que bien, que le contaría todo en la cena, ella asintió y me dejo ir a mi habitación. Cuando estaba cerrando la puerta de la habitación, escuche a mi madre preguntarle a mi padre si le había contado algo, a lo que él respondió "dale tiempo". Me sentía mal con mis padres, sentía que los hacía preocupar todo el tiempo, sobre todo a mi madre, que los últimos días había estado en casa para estar pendiente de mi y solo iba unas cuantas horas a trabajar, y eso me hacia sentir como una carga, no quería que ellos estuvieran preocupados o que me tratara de manera especial, quería que me prestarán menos atención y se enfocaran en si mismos, pero nuestras vidas no serían las mismas hasta que todo conmigo estuviera bien, hasta que pueda volver a ser el de antes.

Me acuesto en la cama y reviso mi celular, entro al chat de Shinju y reviso nuevamente nuestros mensajes viejos. Lo último que le escribí el día del accidente había sido que estaba tomando el autobús para encontrarnos y lo último que ella había escrito era que estaría esperando por mi. Me pregunto cuanto tiempo esperaría. Me pregunto si en este momento ella estaría pensando en esperarme o si ya había tomando la decisión de rendirce. Debía estar enojada conmigo, yo me había rendido incluso antes de intentarlo, yo, un total desconocido había tomado la decisión de alejarnos, sin embargo lo intente, hasta que ella puso una barrera entre nosotros dos y no me dejó continuar. Aun aprendo a ser yo, con los pocos recuerdos que llegan a mi mente, lo estoy intentando. Cuando estaba deslizando con el dedo para leer los mensajes sin intención alguna de llamarla, lo hice. Me quede quieto esperando que no contestara porque no podía siquiera colgar, contestó.

─Hola... ─el latido fuerte de mi corazón se escuchaba en mis oídos─. ¿Hola?

─H-hola... ─nos quedamos en silencio por unos minutos. ¿Qué debía decir?

─Supongo que no tienes nada que decir... ─y tenía razón.

─Quisiera verte.

─¿Por qué quieres verme?

─No lo sé... ¿Puedo?

─Creo que no puedo negarme...

─¿En tu casa? ─pregunto.

─No lo sé... Sería incómodo, están mis padres.

─Aquí también sería incómodo.

─Tienes razón... Entonces ven y siéntete incomodo en mi casa.

Cuelgo, me cambio. Tomo las llaves del auto que no me había atrevido a tomar, y voy en dirección a la casa de Shinju. No tenía idea de que le iba a decir cuando la viera. Pero supongo que solo sentí un impulso. Frente a su casa sentí que ya había estado ahí antes, a pesar de que aún no lo recordaba. Se me hizo familiar. Le envié un mensaje, de que ya había llegado. Baje del auto y camine hacia la puerta, antes de que hiciera nada, la puerta se abrió y la vi. Me hizo pasar, le aviso a sus padres que estaba ahí, salude unos segundos, a la señora y el señor que seguramente ya me conocían, y Shinjue llevo a su habitación, cerro la puerta detrás de nosotros.

Otra Oportunidad | NI-KI | [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora