011 - DIVIDIDO EN TRES

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Acordamos ser amigos y mantenernos unidos, Shinju lo había tomado demasiado bien, pero no sabía cuanto tiempo estaría bien, era demasiado para ella, este accidente solo había afectado nuestra relación, la cual aun era confusa  para mi, yo hacía un esfuerzo por comprender mi mente y mis impulsos que me hacían permanecer a su lado. Sentía en mi corazón la necesidad hacerla feliz, de verla sonreír, de hacer que funcione. Pero por dentro aún era un desastre. Cuando regrese a casa mi madre preguntó a donde había ido, le conté todo, se puso feliz de que pase más tiempo con Shinju y su familia, dijo que muy pronto organizaría una reunión para que ambas familias puedan convivir otra vez como antes, pensé... No es para tanto, pero no podía detener a mi madre, ya estaba en una llamada con la madre de Shinju planeando la reunión. Me quede mirando la televisión con Misola y mi padre; Konon, se estaba arreglando para salir con amigos.

─Hermano ─me llama mi hermana menor, sonrío y la abrazo, ella se acomoda a mi lado─. ¿Sabes...? No es tan malo, ¿no crees que es emocionante volver a enamorarte de Shinju?

─No sé si me esté enamorando. No sé ni lo que siento ─le digo.

─Yo solo no quiero verte triste.

─Lo sé ─sonrío.

─No te preocupes demasiado, tu eres increíble, incluso si ahora te sientes muy confundido de quién eres realmente, para mi no cambio nada, eres tu, solo que ahora ya no peleas tanto con Konon como antes ─nos reímos─. Pero es bueno, el accidente nos unió más como familia, creo que también te unirá más con Shinju, siempre y cuando aún desees estar a su lado... Ella es increíble, es la mejor, yo digo que le des una oportunidad, aún si no lo recuerdas, creo que ella vale la pena, te lo digo de verdad, y conociendo a tu yo pasado, sé lo mucho que la has amado toda tu vida, y lo mucho que ambos han luchado para llevar adelante su relación tan larga.

─Te creo ─ella me mira y sonríe.

─Creo que leer los diarios te ayudaría ─frunzo el ceño.

─¿Qué cosa? ─Pregunto.

─Cuadernos de regristos en realidad, te avergüenza llamarlos diarios.

─Ya me iré, los veo para la cena ─se despide Konon.

─Espera hermana, papá puedo ir con mis amigas ─dice separándose de mi y yendo hacia mi padre─. Iré con Konon y luego puedes irme a buscar más tarde.

─Pero me llamas, vayan con cuidado ambas ─nuestro padre le da permiso.

─Vamos ─dice Konon a Misola.

─Espera, Sola... ¿Qué decías antes? ─le pregunto.

─Luego te cuento hermano, nos iremos.

─Ni-Ki se nos hará tarde, hablamos en la cena ─dice Konon.

─¡Oigan chicas! ─cierran la puerta antes de que termine─. ¿Por qué serán así? Misola ni siquiera termino de hablar conmigo.

─Vio la oportunidad de salir de casa, si hubiera ido sola, no la dejo ─dice mi padre, sonrío.

─¿Sabes si tengo un cuaderno...? Ay cómo sea, seguro estaba hablando de otra cosa.

─¿Tu libreta de dibujos?

─No... Pero eso me recuerda que tengo un proyecto que terminar. Voy a casa de Shinju.

─Claro, y de paso llevate tus cosas...

─¿Qué me lleve...?

─Solo falta que te mudes a su casa, puede que hayas perdido la memoria, pero sigues igual que antes, no te separas de ella ─entendí a que se refería y solo negué.

Otra Oportunidad | NI-KI | [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora