Otra Oportunidad | NI-KI | [EDITANDO]

012 - CANCIÓN

Habían pasado algunas semanas, y mañana se cumplía un mes desde que desperté, algunos recuerdos llegaban, otros a medias, mi cabeza era un caos, las secciones con la Psicóloga me ayudaban mucho, y también a ser más comprensivo conmigo mismo, mis padres me decían que cada vez me parecía más a mi, que muchas cosas no habían cambiado, incluso mis hermanas decían lo mismo, y podía sentir que era así, ya no me sentía tan vacío, poco a poco estaba conociendo más sobre mi mismo. Y en cuanto a mi vida universitaria, todo estaba más o menos en orden, las clases iban bien, nuestro proyecto estaba más o menos terminado, con un par de complicaciones porque nuestras ideas chocaban bastante, pero seguramente lo resolveríamos, estábamos a una semana de presentarlo. Luego de la última vez que use el auto mis padres sentían inseguridad de dejarme conducir así que no fue hasta hace unos días que los convencí de dejarme hacerlo, les prometí que sería prudente y conduciría con responsabilidad. Estaba conociendo mejor a Shinju, y ya no discutíamos tanto... Solo a veces. para la última clase estábamos libres, tenía muchas ganas de irme. Mientras tanto Shinju se encontraba sentada frente a mi y dibujaba en su libreta muy concentrada, trate de decirle que nos fuéramos, pero llevaba auriculares así que no podía escucharme, y habíamos quedado que nada de contacto físico. Otra vez.

─Shinju, Shin ─paso mi mano frente a su rostro y ella alza su mirada. Se quita los auriculares.

─Ni-Ki, quedate quieto, ya casi termino ─sigue dibujando. Tararea una canción.

─Ya vámonos, no hay mucho que hacer aquí ─le digo y ella niega.

─Puedes regresar a tu posición anterior, a cuando estabas pensativo.

─Vamos, me quiero ir a casa, tu también deberías hacer lo mismo, y puedes continuar dibujando allá.

─No, espera, solo me falta un pequeño detalle ─ruedo los ojos.

─Estoy cansado, me quiero ir ahora.

─Espera y hazme caso, ya casi termino.

─Me iré, quedate tu entonces. ─tomo mis cosas y me levanto.

─Oye, hazle caso a tu novia y siéntate, que ya termino, caramba ¿no puedes esperar? ─me mira sería, nunca había usado ese tono conmigo, sonó como un regaño de mi madre, así que me vi obligado a sentarme nuevamente.

─Bueno, pero acaba ya... Estoy agotado, quiero descansar en mi cama.

─Solo tardó unos cinco minutos ¿puedes esperar un poco?

─Solo si luego me preparas el almuerzo ─le digo y tomo uno de sus auriculares. Ella asiente.

─Vamos a mi casa ¡vamos! ─dice de la nada.

─Okay, pero ¿no ibas a terminar tu dibujo? ─le pregunto yo.

─Ah, sí, esperame, falta una cosa pequeña. ─dibuja rápido.

─Si lo haces tan rápido no saldrá bien.

─Saldrá bien, porque ya termine ─me pasa su libreta y me muestra lo que dibujó. Me quedo atonito, era un retrato perfecto de mi.

─Pero... ¿En que momento? ─tomo la libreta─. ¿Cuándo me vi así? ─la miro y ella sonríe abriendo sus ojos.

─Justo ahora; cuando estas pensativo eres muy atractivo, ya te lo dije ─sonrío y saco mi celular para tomarle una foto. ─Es tuyo, ya tengo muchos en casa ─dice y con cuidado rompe la página para dármela.

─¿Así que eso estuviste haciendo todo este tiempo? ─tomo la página y la guardo bien para que no se arruine.

─Me tomo media hora, es un nuevo récord, empecé a dibujar observandote desde que estamos pequeños, con el tiempo he mejorado bastante mi técnica.