જ⁀➴ 14

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AU: Los Smiling Critters viven en diferentes casas en una Pradera.

Era la noche de un tranquilo día, estaba todo muy calmado y los Smiling Critters estaban reunidos conversando cosas triviales, o bueno, casi todo los Smiling Critters.
Estaban reunidos todos en unas mesas de picnic menos el líder del grupo, lo cual era muy raro ya que casi siempre era el que iniciaba todas las actividades o reuniones entre todo el grupo por lo que generalmente siempre se encontraba presente en todo lo que ocurriese.

Pero no era la primera vez que él faltaba a una conversación o actividad, últimamente el can había estado un poco más distante de él grupo. Y era obvio que al menos uno se iba a dar cuenta de ello.

Hoppy siempre estaba inventando historias o "teorías" que eran totalmente falsas, solo lo hacía por diversión, pero al mismo tiempo tenía una buena intuición además de ser muy observadora, ella podría darse cuenta de casi cualquier cosa que pasará a su alrededor.
Justo en esos días había notado como Dogday, además de distanciarse, se había estado comportando un poco... Raro, y eso no era propio de él can.
Y aunque había tratado de hablar del tema con los demás nadie le prestaba mucha atención, la mayoria pensó que quizás Dogday solo estaba tomándose un tiempo para si mismo o algo por el estilo, nadie pensaría que algo malo estuviera ocurriendo con su líder.

—¡Les digo que no es normal su comportamiento!— Exclamó la conejita mientras estamos a su mano contra la mesa para llamar la atención de todos, y aunque logró tener su atención ninguno creyó en lo que decía.

—Tranquila Hoppy, no tienes que inventar teorías sobre cada cosa que pase— Respondió pasivamente Bubba en un intento de calmar a su amiga, y justo cuando Hoppy iba a volver a decir algo alguien la interrumpió.

—Mira, ahí está Dogday ¿Por qué no le preguntas a él mismo?— Picky señaló con su pata al ya nombrado.

Hoppy dirigió su mirada hacia allí viendo al can caminando, al estar tan oscuro no sé lograba ver muy bien pero estaba más que claro que él no se dirigía hacia ellos, más bien parecía estar llendo camino a su casa.
Sin decir una palabra Hoppy se levantó de la mesa y comenzó a correr hasta donde se encontraba Dogday dejando a sus demás amigos confundidos.

Pero Dogday ni siquiera se había dado cuenta que alguien estaba detrás de él así que ni siquiera miro hacia atrás

Un can de color naranja acababa de llegar a las puertas de su casa, estaba a punto de entrar cuando escucho una voz que lo llamaba desde atrás

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Un can de color naranja acababa de llegar a las puertas de su casa, estaba a punto de entrar cuando escucho una voz que lo llamaba desde atrás.

—¿H-Hoppy?— Dogday miró asombrado a la coneja, en cuanto esta llegó a su lado se agachó un poco y comenzó a respirar tratando de regular su respiración, había corrido tanto.

—¡Dogday! Te he estado buscando, quiero hablar con...—  En cuanto levantó la mirada se quedó muda con solo ver a Dogday.

Aunque Dogday la miraba con una dulce sonrisa los moretones que tenía alrededor de el le hacía cuestionarse si el can se encontraba verdaderamente bien, por unos segundos ni siquiera supo que decir al ver en ese estado a Dogday. Parecía que a Dogday le habían golpeado e incluso azotado, si no fuera por todo su pelaje se vería aún peor.

—¿Que fue lo que.... que te pasó?— Hoppy aún no salía de su asombro y no sabía que decir, en cambio Dogday se miraba de lo más normal.

—¿Nada? Estoy totalmente bien Hoppy, no se de qué me hablas— El can se encogió de hombros sin entender a su amiga, el se encontraba perfectamente bien ¿De que hablaba ella?.

—¡Claro que no! Solo mirate— Hoppy tomo uno de los brazos de Dogday viendo los moretones que tenía —Pareciera que te hubieran dado una golpiza...—

Durante unos segundos Dogday no dijo nada, Hoppy solo seguía inspeccionando su aspecto sin idea de que pudo ocasionar todo eso, hasta que algo que dijo el can cortó el frío silencio que había.

Son muestras de amor

—¿Q-Que?....— Al instante de escuchar esas palabras Hoppy quedó de piedra, ni siquiera supo cómo reaccionar cuando el can le respondió eso.

—Como escuchaste— Dogday tenía una dulce sonrisa e incluso su cola se agitaba demostrando su felicidad.

Hoppy ni siquiera supo que decir, solo el brazo de Dogday mientras pensaba en lo que el había dicho, ¿Muestras de amor? ¿Hacer daño es una muestra de amor? ¿Quien le hacía eso a Dogday?. Miles de preguntas rondaban por su cabeza, y cada vez eran más preguntas que respuestas.
Hasta que una irreconocible voz le saco de sus pensamientos.

—Hoppy, ¿Que haces aquí?— La conejita volteo a ver desde quien provenía la voz y se encontró nada más y nada menos que con el felino morado, Catnap.

—¿C-Catnap? ¿Tú...?— Hoppy salió de su trance, y al ver a Catnap acercarse a Dogday y hablarle con tanta hostilidad a ella supo que algo estaba mal.

Aunque no decía nada el felino parecía matarla con solo mirarla, era como si dijera "Aléjate de él".

Hoppy, sin saber que más hacer, salió corriendo del lugar, no conocía bien a Catnap pero estaba segura que ella no quería una "Muestra de amor" o algo incluso peor.

── 𝐂α𝗍𐓣αρ ⛌ 𝐃ⱺ𝗀ᑯα𝗒┆ᵒⁿᵉ ˢʰᵒᵒᵗˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora