VIII

145 18 103
                                    

Ya había pasado una semana desde la cita que tuve con Icma y todo iba relativamente bien entre nosotros dos. Me quedé pensando en los dos colibríes ¿Qué habrá pasado con ellos? Y luego pensé en lo que había dicho Icma "de seguro han de ser muy felices juntos" y aparte el hecho de que me había dicho de que ambos eran machos me dejó pensando. No es que tuviera algo de malo, digo, yo soy gay, no me puedo quejar de animales gays si yo también lo soy; pero en cuanto a lo de animal tendría que preguntarle a Icma.

Solo solté un suspiro seguido de una sonrisa en respuesta.

Apenas eran las cinco de la mañana, lo cuál me venía perfectamente bien para bañarme, hacerme idiota un rato, salir a las carreras, pasar por Icma, y llegar al cinco para las siete.

Y eso hice, es mi rutina diaria desde la semana pasada.

Era extraño, aún no me podía acostumbrar del todo en llevar a Icma conmigo. ¿Quién había sido, aparte de Icma, la última persona que se había trepado conmigo al carro? No lo lograba recordar. ¿Hace siete meses, ocho, un año? El tiempo había pasado volando al estar junto a Icma.

—¿Todo bien, estás muy pensativo? —La voz de Icma me sacó de mis propios pensamientos.

—Sí, todo bien —contesté y puse ambas manos al volante.

El semáforo seguía en rojo ¿Cuanto tiempo llevaba en rojo? Ya había pasado un buen rato y los pitidos de la gente desesperada no se hicieron esperar.

—Creo que lleva en rojo unos cinco minutos —mencionó y yo ladee la cabeza hacia la ventana.

—Tal vez está averiado —miré mi reloj y solté un suspiro—. Vamos a llegar tarde  —le dije y él imitó mi suspiro.

—¿Eran veinte minutos de retardo antes de que no nos paguen la hora, verdad? Vaya mierda. ¿Crees que llegaremos antes de esos veinte minutos?

—Seh, ahorita pasa. Aparte, ya estamos cerca.

Cuando el semáforo se puso en verde y ya me iba a preparar para avanzar se escuchó un estruendo.

—¡Puta madre! —exclamó.

Al parecer hubo un choque enfrente. Pero no le tomé importancia.

Y ahí estuvimos, dándoles la primera hora libre a nuestros alumnos. Y bueno, seamos sinceros ¿Qué chavo no se emociona con una hora libre? Uh, lo que hubiera dado porque fuera lunes y la perdieran por los honores... Me tocaba con un grupo que me caía mal, ¿Bien? Soy profesor de matemáticas, la mayoría pasa de panzaso o se van a extraordinario, y los elegidos de Dios —y por ende para que negar que la mayoría de mis favoritos— que si pasan sin problema o sin rezarle hasta a los Dioses mexicas, están en otro grupo.

—Bueno... ¿Cuál es tu episodio favorito de María de Todos los Angeles? —pregunté. Alguien que me de un libro de preguntas para citas, por favor—. El mío es el de El rap de Doña Juana.

—No sé, no he visto mucho María de Todos los Angeles. —Siento que mi cara de sorpresa junto con mi respingo de indignación me delató.

—¡Cómo te atreves! —exclamé indignado llevándome una mano al pecho.

—Ateviendome —me contestó con una sonrisa burlona.

—¡Es cultura general!

—Si la ví, aunque solo que fue solamente uno que otro capítulo, pero...

No le dejé terminar antes de intervenir.

—No lo puedo creer —dije fingiendo llorar.

—¿Qué?

El profe favorito [Danicna (Daniel Carreón x Icma)]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora