III

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Estaba acostado en mi cama pensando en lo que había sucedido el día de hoy: le había invitado a comer a Icma, nos quedamos varados en el trafico y termine por decirle que era gay y también, a él le hicieron mal los tacos y se termino por wacarear en una esquina y me siento un poco culpable por ello; pero al menos pude pasar mas tiempo con él, y eso es lo que realmente me importaba.

Estaba zangolotean dome cual gusano por la emoción cuando me di cuenta de algo: nunca le había pedido su numero... ¡PUTA MADRE! Me lleve las manos a la cara y las frote repetidas veces  contra mi cara con frustración —¡Aaahj! Daniel Carreón ¿no puedes ser más pendejo?— me reclamé en voz alta «¿cuando mierda será que pueda tener otra oportunidad así? ¿eh?» pensé y la frustración seguía en mi ser.

Uh, sentía  que nunca podría tener una oportunidad así, aunque trabajábamos juntos en realidad casi nunca nos topábamos, nunca, mis horas de descanso eran sus hojas de trabajo y viceversa. Aparte que el día de hoy era la mayor interacción que hemos tenido... Mierda ¿qué fueron esas preguntas que le hice? "¿te gusta la Rosa de Guadalupe?" ¡Por favor!... Bueno, no fue tan mala... Creo... Y para bien o para mal ahora se en donde vive, pues lo termine por llevar a su casa, pero solo espero que él no crea que soy un acosador.

...

Me senté al borde de la cama y luego me pare para ir por algo a la cocina; me termine por quedar parado en el marco de la puerta, me sentía borracho aunque no había consumido nada. «Quiero un elote preparado» pensé sin ninguna razón aparente. ¿Qué hora será?, ¿las 11 y pico? a esta hora no pasa el señor de los elotes pero si el... Pegue un brinco y se me erizó la piel cuando escuche el característico sonido del señor de los camotes, ese pinche chillido que a los niños chiquitos yo les decía que era La Llorona ahora me había espantado a mí y me empece a reír de mi mismo mientras salia de mi casa para ir a perseguir al camotero.

Volví a mi casa mientras me quemaba el hocico por intentar comerme el pinche camote sin esperar a que se enfriase o siquiera soplarle. Me sentía totalmente loco, ¿me habré intoxicado con el aroma de los espirales esos para repeler a los moscos? o simplemente estaba loco por recordar el aroma del perfume de Icma… Espera... ¿Qué hago yo recordando el aroma de su perfume? Bueno, tal vez si ya he quedado loco.

...

Ahj, martes por la mañana, segundo día de la semana y ya quiero que vuelva a ser fin de semana, no solamente los estudiantes sufren por las clases ¿saben? Por mi me quedo en mi casa viendo una serie, película o inclusive leyendo un libro; no me importa del todo en realidad.

Al llegar me recibió, como todos los días, el guardia junto con aquel perro que se metió quien sabe cómo pero todos los estudiantes lo aman y es el favorito de toda la escuela. Me agache para acariciarle la cabeza al perro cuando ví de reojo a alguien caer a mi lado.

—¿Todo bien? —cuestiono el guardia mientras tomaba su café y le daba un sorbo.

Me voltee a ver por curiosidad de quién sería tan torpe como para haberse tropezado con el aire y entonces le ví; era muy fácil reconocer su camisa blanca con las mangas remangadas, o tal vez realmente no era fácil de identificar y solamente yo me le había pasado viendo y analizando lo como un acosador.

—Ay, como me lleva la que me trajo —menciono Icma mientras tocaba el piso en lugares aleatorios con las manos intentando encontrar algo.

—¿Te puedo ayudar? —le pregunté mientras le tendía la mano esperando que me la aceptase.

—Sí, gracias —dijo aceptando mi mano sin dejar de mirar al piso en busca de sus lentes los cuales habían salido volando a la hora del impacto. Yo los tome por él y le tome de la barbilla para que me mirara a la cara para ponérselos y cuando lo hice parpadeo repetidas veces antes de sonrojarse. —¡Profesor Carreón! —Exclamó mientras tomaba un lindo color carmesí al cual yo sonreí inconscientemente.

El profe favorito [Danicna (Daniel Carreón x Icma)]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora