CAPÍTULO 6

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Bang camina por el muelle aún envuelto con una manta. Ya no tiembla, no obstante, Minho continúa abrazándolo y él se lo permite. El castaño ni siquiera se pregunta por qué, pero no quiere soltarlo.

-Quisiera hablar con los dos – la voz de Joe toma desprevenida a la pareja, quienes venían tan inmersos que no se percataron de su presencia.

Joe los mira a los ojos con una cara d pocos amigos, acto seguido, da media vuelta, sabiendo que los otros lo seguirán. Los dirige a una parte de la casa que utilizan como bodega porque no quiere que su esposa se entere al respecto.

-Pasen.

Ambos acatan en silencio, entrando uno al lado del otro. De pronto, entienden por qué tanto misterio al ver a Jung Wook a la mitad del lugar.

-Les dije que los vigilaría – comenta Jung con una sonrisa y una grabadora en las manos.

- ¿Qué hace aquí este señor? – Minho frunce el ceño, dirigiendo la mirada a su padre.

-Recibí una llamada del señor Wook, diciéndome que si tu relación era una farsa te enviaría a prisión, y le pedí que viniera.

- ¿Qué? ¿Y no podías consultármelo a mí? Soy tú hijo – suspira, tensando la mandíbula.

-Tienes suerte, tu padre negoció una oferta en tu nombre – explica Jung, haciendo que Minho voltee de nuevo a su progenitor, reclamándole con la mirada -. Esta oferta durará pocos segundos: vas a declarar que este matrimonio es una mentira., diciendo la verdad te librarás y él – señala al hombre a su lado, quien en todo momento se ha mantenido en silencio como lo haría un niño recién regañado -será deportado a Australia – concluye sonriente mientras enciende la grabadora y la acerca al muchacho.

Minho no se inmuta, cosa que sorprende a Joe.

-Hijo – lo llama, queriendo hacerlo entrar en razón -, dile que sí.

- ¿Y si no quiero?

-No seas absurdo, Minho, ¿no te das cuenta en lo que te estás metiendo?

- ¿Quieren saber qué pasó? – mira a Jung directo a los ojos -Trabajo para él desde hace tres años, hace seis meses comenzamos a salir, nos enamoramos, le pedí matrimonio y él dijo que sí. Lo veré en la boda, señor Wook – da media vuelta y camina hacia la puerta -. Vámonos, mi vida.

Bang traga saliva mientras mira a los otros dos hombres con pesar antes de voltear y dirigirse hacia Minho.

***

A pesar de ser una boda de último momento, el granero está decorado con flores blancas, candelabros y luces. Y aunque nada más están presentes amigos y familiares cercanos, las bancas están repletas, todos vestidos apropiadamente para la ocasión.

Minho ya se encuentra en el altar, con su traje negro y cabello peinado, dentro de lo que pudo. Sonríe a algunos invitados mientras espera. Por algún motivo está sudando y no puede dejar de moverse, es una boda falsa, no debería estar tan nervioso. Intenta convencerse que la presión y riesgo que conlleva esta boda haría temblar a cualquiera.

No es capaz de seguir buscando explicaciones porque en se instante la marcha nupcial comienza a sonar y voltea hacia el marco de ramas secas decoradas con luces y flores cálidas que enmarcan la entrada, debajo de él encuentra a Christopher, vestido con un traje blanco que hace resaltar el bonito color de sus ojos.

El peli negro suspira, intentando controlar sus nervios y emociones antes de dar el primer paso. Si bien él no es una novia, al sr el segundo en entrar debería ir acompañado de su familia, pero como era de esperarse, va solo. No obstante, Felix s sitúa a su lado y lo toma del brazo.

LA PROPUESTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora