Un Pacto De Sangre

Capitulo 10

Atenea Morgan:

Cuando decidimos ver culpa mía, en realidad estaba hablando con Alan, el me contó mucho sobre el y PS cuando, inicio una escena de la película, el ambiente se puso súper tenso, Alex veía a Alicia con mucha picardía.

Mmmm creo que ayudaré a Alex a qué este a solas con  Alicia por solo está vez.

—¿Atenea?—Me dijo en un susurró para que no nos escucharán.

—¿Dime?—Lo miró y creo que ya se me olvidó el nombre de la película que estábamos viendo

Alan se levanta y gira la cabeza hacia la puerta, indicando que nos fuéramos.

—Atenea, vamos a salir un rato quiero mostrarte algo—dijo Alan, mire Alicia y era obvio que ella y sus pensamientos impuros estaban a flote.

—Vamos—Me levanto y voy hacia la puerta.

—¿A dónde van?—pregunta Alicia y se ve que estaba confundida.

—Ya volvemos iré a enseñarle algo a Atenea—Dice Alan el y yo salimos y dejamos solos a Alex y a Alicia en la habitación.

Caminamos me llegó una pregunta en la mente que quiero que me responda.

—Bueno, ¿que era lo que me y vas a enseñar?—Alan no me responde y seguimos caminando hasta llegar a un cuarto que está oscuro.

—¿Recuerdas como nos conocimos?—Habla de repente Alan y de una me llegó ese recuerdo cuando lo encontré en la oficina de mi padre con su esplendor, y sonreí con ese recuerdo.

—Si lo recuerdo muy bien, me debes una golpiza por hacerme dormí—Alan se rie y de repente el entra y me dió el pase para también entrar y de repente prendieron las luces.

—Sabes aún quiero esa revancha que ese dia—que cosita se parece un gatito con ganas de seguir jugando.

—¿Porque? Te molesta que te allá ganado en tu propio juego—Lo mire con picardía y el enseguida camina a buscar en un estante y camino conociendo el lugar, hay todo tipos de armas y una parte para entrenar, creo que es un cuarto de entrenamiento.

—Atenea—Me giro a donde está Alan y me tira un palo de bambú, se acerca y también tiene uno.

—entonces si hablabas en serio cuando querías la revancha—El se posiciona y yo también me posicionó.

—Vamos a ver qué clase de bragas tienes puestos linda—el me mire con picardía y yo le doy una sonrisa.

—Los suficientes como para dejarte sin habla—Corro hacia el y con el palo de bambú lo atacó en la sus costillas ya que es una parte débil también, pero Alan fue rápido y me esquivo y de repente me da una nalgada con el palo de bambú.

Aaaaah ya como que el muy maldito quiere jugar así pues así vamos a jugar.

Lo miro y muerdo mi labio inferior el mira mi acción y fue mi oportunidad de atacarlo en su estómago, el del impacto se cae y le doy con mi puño en la cara, y me vuelvo en mi posición para cualquier ataque repentino.

—¡Eso fue trampa!—Se queja Alan y me hecho a reír.

—Eso no fue trampa eso fue jugar limpio—Me rio y el se levanta y veo que le parto el labio.

Camino a dónde está el botiquín de primeros auxilios y voy hacia Alan me siento a su lado y agarro el algodón y el alcohol para ponerle en la herida.

—Asercarte un poco para poder limpiar la herida —Alan no se inmuta y hace lo que le pedí se ve que está enojado.

Mientras limpiaba la herida, les juro que el ambiente se puso súper tenso para mí, Alan me miró fijamente.

—Ya está limpiaba la herida, procura no volverme a retarme—Acomodaba todo el el botiquín y enseguida, Alan me agarró el rostro y sin pensarlo me empezó a besar.

Y sin palabras y ni explicaciones agarré su cuello y le seguí el beso. El contacto me enloquece mientras las bragas se me empapan cuando nuestras lenguas danzan al ritmo del beso. Lo peor es que no lo aparto ni lo aparto, simplemente lo dejo que me devore y me aprieta contra el.

Los minutos se me hacen eternos, y mis manos no se contienen a si que pasean por su torso palpando la dureza de su pecho. La adrenalina me consume cuando mí cuerpo responde escondiendo un sinfin de mariposas que me cuesta controlar. No sé de dónde saco el razonamiento y la fuerza para apartarlo finalizando el beso con un leve mordisco en su labio inferior.

Abro los ojos detallando la boca roja por el beso, está serio, en cambio yo debo de estar en shock.

—Sabes cuando te Vi por primeras vez, creía que era una de esas típicas chicas que solo se preocupan por verse bien y que el novio no les monte los cuernos, pero cuando tú me distes la primera paliza en tu casa, arriesgandote por la seguridad de tu familia, te juro desde ese momento e pensado en ti en cada segundo—Yo estoy en doble choks a si que dejo que siga hablando.

—Tu no eres de las personas que deben ser queridas a medias. Tu eres como yo o nos aman completo, o no nos aman un carajo, si me puedes dar la oportunidad de dejarme adorarte, darte cada gramo del efecto que provocas aqui—Sujeta mi mano y la deja en su pecho, el corazón le late muy rápido—Todo esto es tuyo, desde el primer momento que nos vimos.

OH MY GOOD se me están declarando dime que esto es un sueño, aunque pensándolo bien también no deje de pensar en Alan hasta ahora, y de verdad Alan me hace sentir un sin fin de emociones.

Sin más que decir agarro a Alan y le doy un beso de señal que le estoy diciendo que si, tiemblo, su aliento toca mi nariz y acto seguido, su boca se prende de la mía con un beso que me aniquila la cordura, los lengüetazos son vivaces, cargados de dominio, tal cosa se extiende hasta en la forma de tocarme.

Nos separamos, Alan al verme se le sale una sonrisa hasta el punto de aparecerle los oyuelos, y fue la escena más adorable que e visto en mi corta vida, me agarra de la mano y nos dirigimos a su habitación a ver qué hacía Alicia y Alex, al abrí la puerta veo en el piso que ellos están dormidos Acostados, siento la mano de Alan tensar se  y se que está celoso por lo que está viendo, es su hermana y lo entiendo.

—Alan está bien ella sabe cuidarse no te preocupes si—Le doy un beso en el cachete y entro para agarrar el control de la tele y apagarlo.

Salgo de la habitación y Alan y yo vamos a la sala y vemos una película hasta quedarnos dormidos en los muebles.