𝓒. 03

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⋆·˚ ༘ *
𝐍𝐀𝐑𝐑𝐀𝐃𝐎𝐑 𝐎𝐌𝐍𝐈.
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—Mami, ¿Por que lloras? —Pregunto la pequeña rubia con preocupación en sus tiernos ojos color miel mirando a su madre.

El cuerpo de Lara se encontraba tumbado en la cama, las lágrimas corrían por sus mejillas y el cansancio lo sentía de pies a cabeza algo que le provocó escalofríos. Levantó su mirada para ver a su pequeña hija mirándola con sus lindos ojos brillando de preocupación, decidio no demostrar su debilidad frente a ella y ocultar la situación para evitar darle preocupaciones qué no debía tener a una corta edad, a pesar de que necesitaba decirle toda la verdad y ese día llegaría tarde o temprano, si o si pasaría en algún momento de la vida por más que ella lo evitará.

Ella sonrió. —Tranquila mi bebé, todo está bien. —Contesto Lara limpiandose las lágrimas.

La pequeña rubia le devolvió la sonrisa a su mamá y se subió encima de su regazo, rodeo su cuello con sus pequeños brazos en un intento de darle consuelo aún que por su edad no sabía muy bien como hacerlo y tampoco podía entender a la perfección lo que estaba pasando, más difícil si su madre no le decía lo sucedido y el motivo de su tristeza.

Lara correspondió el abrazó de su pequeña, Noah era una versión diminuta de ella aun que aveces tenia actitudes las cuales le recordaban a su gran amor, Tom. La pequeña Noah era rubia y tenía los ojos color miel al igual que su madre, sus facciones, labios y nariz las heredó de su padre Tom, al igual que sus actitudes o sus caprichos pero cada parte de ella le encantaba a Lara, era un recordatorio del gran hombre que le dio la oportunidad de estar a su lado aún que ahora fuera jodidamente difícil de volver.

Lo quería a su lado nuevamente pero parecía ser imposible para ambos. En aquella llamada que había recibido de Tom hace dos días, fueron palabras cortas y tuvo la duración de cinco minutos aproximadamente, en esos pocos minutos hubieron palabras como te extraño, quiero ser tuyo una vez más, te amo o te deseo pero la mayoría fueron silencios y como siempre, no eran para nada incómodos ya que cada silencio entre ellos demostraba todo el amor, básicamente todos los sentimientos que las palabras al parecer no podrían expresar jamás, eran de esos silencios que los dos disfrutaban y parecían durar una eternidad.

Ambos querían volver, ser felices como anteriormente lo eran pero no era tan fácil, primero que nada Lara tenía que contarle a Noah quien era su verdadero padre, después terminar a Jacob pero sabía que se pondría en riesgo a ella misma debido a lo tóxico que era y que jamás la dejaría ir fácilmente, pero ella no lo amaba, ella amaba a Tom y era el hombre con el cual quería compartir por el resto de sus días por más imposible que fuera, pero no, no se podía y era algo realmente doloroso para Lara y para Tom.

Los pensamientos de la rubia fueron interrumpidos por la vibración de su celular, una llamada de un número desconocido que no recordaba pero de todas formas contestó, en el fondo teniendo la esperanza que se escuchara la voz de su hombre, Tom.

Hola mi preciosa rubia, ¿Como te encuentras? —Pregunto el de trenzas a través de la línea telefónica.

La rubia se puso feliz al escuchar su voz pero trato de disimular su emoción—Umm, Tom, estoy bien. ¿Tu como te encuentras?

El de trenzas sonrió, aún que Lara intentará ocultar su emoción, el la conocía a la perfección y lo noto rápidamente.—Ya sabes, un poco estresado por mi trabajo y por cosas con los chicos, últimamente esta difícil.

Mjm, claro, tu trabajo de matar gente diariamente, ¿Verdad? —Pregunto la rubia en tono sarcástico.

Sabes que es cansador también, muñequita. —Tom soltó una risa seca, su tono ligeramente seductor.

—Tom, basta de esos tonos que pareces idiota. —Lara fingió estar molesta.

Oh vamos Lara, ¿Cuando me darás la oportunidad de demostrarte todo lo que he cambiado y me he esforzado? —La voz de Tom sonó ligeramente desesperada por recibir la atención y el amor de su querida rubia.

—Tom, ya sabes cuales son los problemas y creo que ni siquiera deberíamos estar hablando, es mejor que cada uno haga su vida y siga su camino.

Dicho estas palabras, la rubia colgó la llamada y dejo el celular a un lado. La pequeña Noah se había quedado profundamente en sus brazos por lo cual se puso de pie y la llevo hacia su habitación, Jacob no había llegado del trabajo aún por lo cual tenía la tranquilidad de estar sin estrés o ansiedad por un rato, siempre que el estaba presente hacia escándalo hasta por la mínima cosa.

Pero para la mala suerte de Lara, justo había llegado Jacob, más temprano de lo que normalmente lo hacía, su presencia quitaba cada paz y tranquilidad qué pudiera haber en la casa pero por alguna razón no podía dejarlo tan fácilmente ya que tendría muchos problemas al dejarlo y quería pensar bien las cosas.

—Hola, ¿Cocinaste? —Preguntó Jacob tirándose al sofá.

Lara rápidamente salió de la habitación y fue hacia Jacob. —Hola... Si, lo hice. ¿Como te fue en el trabajo?

Jacob suspiro cansado y la miró fijamente, dio pequeñas palmaditas en su regazo indicando que se sentará encima de él, la rubia un poco dudosa acepto pero de mala gana, era notable.

—Últimamente estas rara, ¿No estarás embarazada? —La voz de Jacob fue como una amenaza, lo que asustó a Lara.

—N-no, no es eso simplemente que he estado desanimada. —Lara forzó una sonrisa. —Si quedo embarazada te lo diría...

—Bien, más te vale que te sigas cuidando porque si tienes un bebé te juro que te mato. —El la empujó bruscamente fuera de su regazo y se fue hacia la habitación para descansar un rato.

Ella quedó tirada en el sofá confundida y asustada, obviamente no estaba embarazada pero ya Jacob estaba notando sus compartimentos raros y lo que menos quería era que se enterara de la existencia de Tom, que se enterara de todo lo sucedido y de que su amor por el seguía más grande que nunca.

scream vol. 2  𝒇𝒕. 𝑻𝒐𝒎 𝑲𝒂𝒖𝒍𝒊𝒕𝒛. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora