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𝐓𝐎𝐌 𝐊.
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Mi respiración estaba agitada, mi mirada fija hacia el techo y mi cuerpo tumbado en la cama mientras la imagen de ella con otro hombre corría por mi cabeza, encima ver a Noah acostumbrada con ese tal Jacob como si fuera su padre, me llenaba de ira. Hice una buena investigación sobre el hombre que estaba con Lara ese día, mi instinto posesivo me llevo a revisar cada red social para tener toda la información que necesitaba para saber que ese Jacob no era para nada bueno en la vida ni de Lara ni de Noah.Claramente no me quedaría de brazos cruzados sabiendo que alguien más tenía a la mujer que yo más ame, que YO marqué como mía y que yo la hice feliz en todos los aspectos posibles, definitivamente yo tenia que ser el único hombre que podría estar en su vida para siempre, no un tal Jacob que le podría hacer daño fácilmente y sin importar lo que ella sintiera, no permitiría que eso sucediera ni esperaría a que pasara para finalmente meterme en el medio, yo le pedí matrimonio, le hice un hijo y le haría miles de hijos si fuera posible para que fuera mía por toda la eternidad.
Sobre mi y lo sucedido en la cárcel, había estado encerrado por cinco años aproximadamente y fue un infierno total, estar sin la rubia, estar con miedo de que pudiera pasar algo que la pusiera en peligro, tener esa ansiedad de si ya me había reemplazado, algo que terminó siendo verdad, pero sabía que no lo amaba, todo el tiempo que conocí a la rubia me di cuenta que ella siempre me amaría solamente a mi sin importar lo que pasara, yo era fui, soy y seré el único hombre en su vida, ahora que estaba libre no dejaría pasar esta oportunidad para reencontrarme con Lara.
Me levante de la cama rápidamente, sentí un pequeño mareo al levantarme tan rápido pero no le di importancia, solamente me importaba recuperar lo que era mio por derecho y eso era Lara. Salí de mi habitación tomando las llaves de mi auto y una vez que estaba fuera, me subí en este, mi intención era encontrar si o si el número de Lara sin importar el esfuerzo que me costará o los días que me tardará, lo tendría y no me importaría nada ni nadie, solo ella y Noah.
Comencé a manejar hacia el departamento que vivían los chicos, si, la manga de drogadictos, Gustav, Georg y Bill. Siempre estaban siguiendo cualquier tontería o locura qué pasara por mi cabeza, sabían perfectamente que si se me metía una idea a la cabeza, nadie sería capaz de detenerme de ninguna forma hasta que finalmente lo consiguiera y mi objetivo ahora mismo era tener a Lara solamente para mi, podría estar siendo muy descarado y posesivo pero no soportaba la idea de que alguien más la tocara, la besara o hiciera cosas que yo solamente podía hacerle.
Mis celos eran tantos que me estresaba, no desde el día que la vi con otro hombre no podía hacer nada sin pensarla, no me podía concentrar en nada ya que todo me enojaba y si, solo eran por celos, mi amor por Lara era gigante pero la idea de que otro hombre la hiciera suya era aún más grande, si fui capaz de torturar a Christian de todas las formas posibles hasta matarlo, sería capaz de cualquier cosa para que Lara estuviera a mi lado y entre esas tantas cosas, sería capaz de torturar y matar a ese idiota de Jacob qué era un hijo de puta agresivo, yo no trataría así a Lara.
Finalmente llegue al departamento donde se encontraban los chicos, tenía llaves de la puerta por lo cual entre sin avisar y vi a los chicos en el sofá viendo películas. Ellos obviamente notaron qué algo me pasaba, mi mirada demostró cada parte del enojo, posesividad y las ganas que tenía de golpear a alguien.
—Hey, ¿Ahora que paso? —Pregunto Gustav con un tono de confusión.
—Seguramente uno de sus culitos esta saliendo con alguien más. —Contesto Bill en forma de burla, que imbecil.
Yo los miré con enfado, cerré la puerta con brusquedad detrás de mi y me senté al lado de ellos. No sabía ni siquiera como hablar, tenía tanto enojo pero necesitaba el número de la rubia y eso era en mi único que podía pensar, también pensaba en matar a ese hijo de puta de Jacob pero primero era conseguir el número de mi querida rubia, hacerla mía nuevamente, hacerle miles de veces lo que le había echo en el pasado, tenerla en mis brazos una vez más, quería escuchar sus suaves susurros en mi oído mientras me decía lindas palabras y promesas.
—Habla Tom, ¿Que pasa?, te ves más pensativo de lo normal. —Georg frunció el ceño y puso su mano en mi hombro.
Suspiré en un intento de calmarme. —Georg, ¿Recuerdas el día que fuimos al restaurante? Bien, ese día estaba Lara y supongo que tu también la viste, necesito su número, ahora. —Ordene con seriedad.
—Umm si, la vi y comenzamos a hablar de nuevo pero no creo que sea buena idea darte su número... —La voz de Georg fue como un tartamudeo nervioso. —Ella está con alguien más y no deberías meterte ahí, Tom.
El enojo comenzó a subir cada vez más pero necesitaba calmarme si quería conseguir el número de Lara, como dije, haría todo lo posible para conseguirlo y no me iría hasta que finalmente estuviera guardado en mi celular, estaba desesperado pero no quería demostrarlo tan fácilmente.
–Georg, lo necesito, sabes lo importante que ella fue para mi... —Mi voz se notaba desanimada, triste, estaba manipulando a Georg.
Al parecer mi intento de manipularlo funcionó, rodó sus ojos y con un suspiro frustrado sacó su celular buscando el contacto para compartirlo a mi número, finalmente lo tenía y sentí una oleada de felicidad recorrió todo mi cuerpo de pies a cabeza.
Me levante del sofa y me despedí de los chicos para poder irme y llamar lo más rápido posible a la rubia, cerré la puerta detrás de mi y corrí hacia mi auto. Una vez que ente en este comencé a manejar de regreso a mi casa, mientras lo hacía, comencé a marcar el número y para mi sorpresa contestó, estaba realmente nervioso.
—Hola, ¿Quien habla? —Pregunto confundida, después de tanto tiempo escuche su voz y fue como música para mis oídos.
—Sabes quien habla... Un gusto escucharte una vez más, mi preciosa rubia.
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scream vol. 2 𝒇𝒕. 𝑻𝒐𝒎 𝑲𝒂𝒖𝒍𝒊𝒕𝒛.
Fanfic𝐒𝐜𝐫𝐞𝐚𝐦 𝐕𝐨𝐥.𝟐 | ೃ࿔₊• ❛A medida que pasaban los días, meses e incluso ya habían pasado aproximadamente cuatro años, Lara no sabía absolutamente nada de Tom, no sabía su ubicación ni siquiera si ya estaba libre o no, lo extrañaba a horrores p...