scream vol. 2 𝒇𝒕. 𝑻𝒐𝒎 𝑲𝒂𝒖𝒍𝒊𝒕𝒛.

𝓒. 09

Sentía mi cuerpo pesado después de una intensa noche, después de la fiesta nos volvimos a casa y no voy a negar que seguía deseando a la rubia, le hice el amor de todas las formas posibles una vez que llegamos a casa. Ahora ella estaba a mi lado descansando, su cabeza estaba en mi pecho y la comodidad era impresionante, nunca en mi vida me había sentido tan cómodo como ahora, tenía nuevamente en mi vida a la persona que más amaba, para mi no solamente fue sexo de una noche que no va a pasar una vez más, no, para mi fue hacer el amor con la única persona que quería en mi vida.

Sentí como su cuerpo se movía ligera y pesadamente a mi lado, se estaba despertando poco a poco y sinceramente me sentía un poco nervioso después de todo lo que había pasado la noche anterior entre algunos tragos, todos esos pensamientos corrían por mi cabeza una y otra vez, era totalmente inevitable no pensar en eso y a pesar de que estaba nervioso, estaba muy feliz de que haya pasado, no importaba la situación ni el lugar, solo me importo estar con Lara y me encantó.

—Buen día, mi preciosa rubia. —Acaricie su cabello suavemente mientras ella abría sus ojos con lentitud.

—Buenos días trenzudo... —Contesto ella con una pequeña risa, su voz adormilada después de un pesado sueño.

Sonreí y me acomode para envolver mis brazos alrededor de su cintura acercándola más hacia mi, apretando nuestros cuerpos. Ella se acurrucó como una niña pequeña contra mi cuerpo, sus dedos se enredaron en mis trenzas desordenadas y comenzó a besar con ternura mi cuello, esto me hizo sentir mariposas en el estómago como si fuera mi primer amor, me sentía como un niño de 14 años amando por primera vez.

—¿Por que tan atrevida últimamente eh rubia? —Pregunté con una sonrisa pícara.

Note sus ojos clavando los míos, era bastante raro que Lara fuera atrevida en estas situaciones pero de igual forma me encantaba, cada parte de ella incluso la más mínima cosa de ella me encantaba, me hacia sentir bien, me hacia sentir lleno, simplemente la rubia era la pieza que me faltaba en mi rompecabezas para ser feliz por siempre, quería hacer hasta lo imposible para mantenerla a mi lado y si eso significaba sacrificarme por ella, lo haría sin pensarlo dos veces.

—Te extrañe demasiado, extrañaba sentir tus brazos alrededor de mi, sentir tus trenzas en mis dedos, sentir tu cuerpo contra el mio... —Hizo una pequeña pausa mirando mis labios y dejando un casto beso en ellos. —Te amo y siempre te amaré, eres el padre de mi hija pero también eres el amor de mi vida, eres al único hombre que quiero en mis brazos, en mi cama, en mi vida.

Me acerque lentamente hacia ella y choque mis labios contra los suyos, era como una maldita adicción sentir sus labios tan suaves, húmedos debido a los besos apasionados, se sentía tan delicada y vulnerable, sentía como se derretía en mis brazos. Mis manos bajaron hacia su trasero dándole un fuerte apretón, un gemido ahogado salió de sus labios chocando contra los míos, su respiración se aceleró y note sus pechos subiendo y bajando contra mi pecho, se sentía tan perfecta.

Como si fuera cosa del destino que siempre hay algo que interrumpe, el celular de Lara comenzó a sonar, alguien la estaba llamando interrumpiendo nuestra pasión y nuestro beso.

—¿Aló? —Dijo Lara contestando la llamada.

—Amiga, ¿A que hora vienes por Noah? —Escuche una voz femenina través de la línea.

—¡UH, ya voy, tuve algunos inconvenientes y me olvide!

Ella colgó la llamada, se levantó rápidamente de la cama para comenzar a vestirse, yo estaba embobado mirando su cuerpo y lo único que hice fue levantarme, sentarme en la orilla de la cama y darle una fuerte nalgada dejando su sensible piel blanca con una marca ligeramente roja.

—Deberías levantarte, dejar de darme nalgadas e irte. —Me miro regañándome.

—Obligame, si no quiero irme no lo haré —La desafie

Soltó una pequeña risa burlona—Te crees tan macho alfa que da ordenes y cuando quieras sexo andas rogando.

La mire con ojos sorprendidos. —¿Ah si? Pues te recuerdo tus gemidos cuando casi rompemos la cama "Oh si Tom, follame más fuerte hasta dejarme sin sentido!"

Se acerco y me dio una ligera bofetada qué sinceramente me dio cosquillas pero tenía que fingir que dolió porque sino me rompía un palo en la cabeza, cero agresiva, siempre amor y paz mi rubia hermosa, menos para la mina que me cago el momento con Lara cuando estábamos a punto de follar, que se joda esa mina.