no creo en las sirenas

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Coral estaba en la gruta de Rita con la nombrada y Lyla. Se distraía analizando las cosas que la mujer guardaba ahí, sin por lo tanto tocarlas.

— Por fin he terminado. ¿Qué os parece? — preguntó Sirena llegando al salón.

Coral se acercó a las chicas para ver de qué se trataba el proyecto de Sirena. Era un coquillage personificado de verde con la silueta de dos sirenas tomándose las manos.

—Me encanta este verde.— dijo Coral con una sonrisa.

— Preciosa. — dijo Lyla.

— He usado una concha que tenías. Espero que no te importe. — dijo Sirena a Rita.

—Claro que no. Hay conchas de sobra. ¿Para qué es? — preguntó Rita.

— Es para mi hermana Aquata. Le hago una todos los años. Sabrá que la he hecho yo al instante. —

Coral miró detrás suyo cuando sintió algo. Era la sirena morena quien tomó asiento a su lado.— ¿Para qué te molestas, Sirena?— dijo Nixie. Coral frunció el ceño. —Aquata no la va a recibir nunca.—

—¿Por qué dices eso?— preguntó la sirena con el flequillo visiblemente dolida por el comentario de su amiga.

—Afróntalo, Sirena. Nuestras posibilidades de volver al grupo son mínimas. — dijo Nixie. — Nunca volveremos a verlas. —

—Entiendo que tengas un mal día, pero no hace falta que lo compartas. — exclamó Lyla enfadada.

—Di lo que quieras. He hecho esto para Aquata y lo va a recibir.— se entusiasmó Sirena poniéndose de pie.

—¿Quién sabe adónde lo llevaría la marea?— dijo Rita copiando el paso de Sirena.

— Desde luego no hasta el Pacífico Sur.— se burló Nixie.

Coral sopló. —Ay, no seas san pesimista.— se levantó para ponerse al lado de Sirena. No soportaba estar cerca de tanto pesimismo.

— ¿Qué? Digo las cosas como son. Deberíamos acostumbrarnos a estar aquí. Quizá para siempre. —

—Te equivocas. No lo sabes con seguridad.—

—¿Puedes...prometernos que estaremos con el grupo en una semana?— preguntó Nixie mientras se acercaba a las otras sirenas. Lyla se levantó a su turno. — ¿En seis semanas?— Rita no respondió. — ¿Seis meses?— nada. — No vamos a volver a verlos.— concluyó saliendo de la cueva.

Coral miró a las chicas una última vez y siguió a Nixie a las afueras de la casa de Rita.

—¿Adónde vas?— preguntó ella.

—A algún sitio a estar sola.— respondió Nixie.

—¿Te acompañamos?— preguntó una voz detrás de Coral. Miiró hacia atrás: ambas Sirena y Lyla estaban.

—¿Qué parte de "sola" no has entendido?—

—Dejadla, ya he tenido mi ración de pesimismo de hoy.— dijo Lyla.

— Por una vez que la amargada no eres tú. — se burló Coral intentando aliviar la tensión pero parecía que a nadie le encantó la broma. — Perdón.— con eso Lyla volvió a la casa de Rita. La rubia sopló y tomó una otra dirección contraria a la que tomó Nixie y Lyla.

— ¿Coral, adonde vas?— preguntó Sirena.

— A nadar.—

𝐈𝐍𝐕𝐔 ━━ 𝐦𝐚𝐤𝐨 𝐦𝐞𝐫𝐦𝐚𝐢𝐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora