Luego de ese desafortunado episodio con su padre, Felipe pasó semanas planificando su escape. Necesitaba respirar, conocer gente nueva, estar en un lugar donde nadie lo conozca. Un lugar donde podía expresarse, ser el, con sus hobbys y todo aquello que a él le llamaba la atención pero que no podía hacer, no al menos en su casa o con su familia cerca.
Feli entendió que si no podía contra el enemigo, debía unírsele, o al menos pretender que se unía. Durante este tiempo se había encargado de averiguar datos de la empresa, específicamente de los compradores de la empresa, descubriendo así lo lejos que llegaban los productos. Se pasaba noches enteras hurgando en la oficina de su padre, buscando un lugar lo suficientemente lejos para "ir a hacer negocios". Finalmente dio en el clavo, ya tenía su próximo destino, Hawái.
Resulta que en este paradisíaco lugar su padre tenía a uno de sus principales compradores, este estaba interesado en generar un convenio para poner más sucursales de la marca en Hawái. Su padre tenía pendientes muchas reuniones con el tipo, pero por cuestiones de tiempo había tenido que posponer el viaje, esa fue la información que la secretaria le pudo proporcionar. El plan estaba listo, el se ofrecería a reunirse con los clientes, y lo haría, solo que había un detalle, no iba a volver luego de eso.
Un domingo por la tarde se encontraba reunida toda la familia en la living, Felipe escuchaba a sus padres hablando, pero estaba tan cernido en sus pensamientos de cómo comunicar la noticia de manera creíble, que realmente no tenía idea de lo que se estaba hablando en la sala. Luego de la discusión en el restaurant su padre apenas le dirigía la palabras, y estaba más frío y distante que nunca. Por lo que sabía que solo tenía una oportunidad, una sola posibilidad de escape, si su historia no era creíble entonces descubrirían su plan y notarían que todo lo "quería hacer"era en realidad para su propio beneficio.
-Necesito hablar con ustedes- Sus padres giraron a verlo, un poco extrañados del comentario repentino.-Después de todo lo que pasó me di cuenta que tenes razón papá. Tengo la oportunidad de mi vida frente a mis ojos, y no quiero desaprovecharla, así que me decidí a seguir tu ejemplo.-Una leve sonrisa se comenzaba a dibujar en el rostro de su padre, dándole fuerzas a Felipe para continuar. -Quiero que confíes en mí, y en que soy capaz de estar a tu nivel en la empresa, y para demostrártelo planifique algo.- Su madre estaba completamente incrédula con todo lo que escuchaba, siempre había oído a Felipe hablar de lo mucho que odiaba la empresa familiar. -Me tome el atrevimiento de averiguar cuáles eran tus reuniones pendientes, la secretaria me contó que tenes algunos negocios importantes que cerrar en Hawái y se me ocurrió que yo podía ir en representación tuya, te ahorro un viaje y vos podes seguir encargándote de tus asuntos acá.-
Si bien en un principio su padre no estaba muy convencido con la idea, ya que eran negocios muy grandes y Felipe lo había "defraudado" muchas veces, terminó aceptando. No sin antes amenazarlo con lo que podría pasarle si hacía algo mal. Todo estaba listo, el plan marchaba a la perfección y en unos días saldría rumbo a Hawái.
Ahora tenía que cerrar los pequeños detalles, si bien iba a tener alojamiento los primeros días, cuando fuera su hora de "volver a Buenos Aires", iba a necesitar otro lugar para quedarse. Aunque decidió que buscaría uno ya estando en su destino, para evitar que su padre averigüe su paradero. Sabía también que apenas su familia supiera que no iba a volver era de lo más seguro es que le cortara todas las tarjetas, por lo que durante este tiempo se había encargado de hacer retiros de efectivo diariamente, tendría dinero suficiente para vivir hasta que consiguiera un trabajo. Todo estaba saliéndole de maravilla.
Faltaba un día para emprender su nuevo viaje, estaba nervioso, nunca se le ocurrió que iba a hacer algo así. También estaba algo triste, sabía que no se iba a poder despedir correctamente de sus amigos y familia. Todos pensaban que era un viaje de una semana, confesarle a alguien que se iría de manera indeterminada podría arruinar el plan, así que con todo su pesar tuvo que aceptar que las despedidas no serían como las había imaginado. Mientras terminaba de armar la valija su padre irrumpió en la habitación, sin tocar como de costumbre.
-Estos son todos los datos que necesitas, confío en vos hijo, me alegra profundamente que al fin te des cuenta de tus privilegios. Lo que estás haciendo me pone realmente orgulloso, sé que vas a cerrar estos tratos de maravilla.-Felipe le correspondió con una sonrisa a su padre y este se fue satisfecho, dejándole una carpeta con todos los informes sobre su cama. Pero ahora a Feli lo comía la culpa. Era la primera vez en su vida que su padre le decía algo así, es lo más cerca que a estado a decirle "te quiero". Una lágrima rodó por su mejilla, y por un segundo pensó en tirar su plan a la basura y volver a casa después de los negocios, pero sabía en el fondo de su corazón que eso no lo hacía feliz.
Su padre fue un patan toda su vida con el, jamás le había dicho nada bueno, mucho menos algo cariñoso, todo eran críticas hacia su persona. Pero cuando le era funcional ahí sí lo quería, al final solo es un viejo interesado y desalmado. Esto último pensamiento se repitió una y otra vez en la cabeza de Felipe, un poco porque lo sentía, otro poco para auto convencerse de no tirar todo su plan a la basura. No podía bajar los brazos ahora.
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Caminos de arena
FanfictionDonde Maite busca escapar de sus problemas amorosos y salir de una relación tóxica. Donde Felipe busca evadir sus responsabilidad y las presiones familiares. A través de los caminos de arena y la búsqueda de la desconexión 2 desconocidos empiezan a...