Capítulo 10

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Vegetta.


Debió haber sabido que aquel momento llegaría.

Debió haberlo asumido.

Si antes le habían dicho que era intuitivo y que percibía cosas que el resto de la gente no, ¿por qué no pensó que una cena en su restaurante favorito, a la luz de las velas, con música de piano y Lolito en un traje de terciopelo color rubí terminaría así?

Así, con el pelirrojo mirándolo en silencio y las yemas de sus dedos recorriendo el borde de su copa de vino mientras esperaba una respuesta a:

"¿Cómo te sientes acerca de formalizar?"

Dios.

¿Cómo se sentía acerca de formalizar con él?

Había una respuesta correcta. La tenía en la punta de la lengua y su razón lo empujaba a decirla tanto como el sentimiento enredado en su estómago le impedía hablar.

Imaginó ese momento tantas veces... Y aún así, en ninguna de ellas, había pensado en la respuesta que le daría. Parecía incluso haber olvidado la promesa que se había hecho semanas atrás: Cuando terminara de filmar el vídeoclip, se tomaría un fin de semana libre, rentaría una cabaña para ellos fuera de la ciudad y, después de una cena con comida francesa, le diría que estaba listo para iniciar una relación con él.

Ese no era el plan. Su plan. Nada estaba saliendo como imaginó.

—¿Vegetta?

La voz de Lolito lo regresó al momento: A la camisa que le apretaba demasiado el pecho, al sabor de la pasta aún reciente en el interior de su boca y a la salsa pesto, que no fue de su agrado, que la bañaba.

—¿Sí?

—¿Qué piensas?

Huh.

No tenía que ser tan difícil.

¿O sí?

¿Había pasado tanto tiempo sin experimentar amor que había olvidado cómo se sentía?

Bien. Él no tenía mucha experiencia, pero estaba casi seguro de que no se sentía así.

Había días en los que verlo era lo único que le apetecía, contarle sobre su día mientras le acariciaba el cabello y recibía un abrazo o dos... Aunque no era un sentir muy diferente al que tenía con Luzu o Cellbit.

Había días en los que las palabras sobraban y sólo quería llevarlo directamente a la oscuridad de su habitación a sentir cómo la calidez de su cuerpo y su respiración agitada derretían cada uno de sus pensamientos.

Había otros donde lo veía y el color de sus ojos le frustraba; a veces el verde era demasiado oscuro, a veces demasiado claro. Otros donde su cabello no brillaba de la manera correcta bajo la luz del Sol. A veces su rostro tampoco estaba bien y estaba seguro de que él era el problema, porque Lolito podría hacerle temblar las piernas a cualquiera con una sola mirada. Y, como si no fuera suficiente, siempre estaba disponible para él y le tenía la paciencia de un santo.

Bien, a veces sentía que los chistes que hacía no le daban risa, pero él sí que se reía de los que el pelirrojo compartía. Y, a veces, olvidaba detalles importantes sobre lo que le contaba pero él hablaba mucho y Lolito era de silencios.

De igual manera, sabía que aquellas mínimas diferencias no importarían a largo plazo y que él le convenía, tanto que Luzu no había dejado de repetírselo en los últimos meses. Su mejor amigo quería verlo enamorado de nuevo, de alguien que "valiera la pena" y creía en el potencial que tenían como pareja porque conocía a Lolito hace años.

Rely On The Stars [Fooligetta AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora