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Kaminari miraba a su novio jugar con Eri, la clase solía turnarse para cuidarla debido a que estaba bajo la protección de Aizawa-sensei... su suegro.
El sabía que Shinso no quería ocultarle esto a su padre, en especial porque no quería que lo descubriera por si mismo. Pero el no se sentía listo del todo, aunque era consiente de que Aizawa no le juzgaría, al final, él estaba casado con Present Mic.
Y claro que su novio le gustaba, le atrajo desde la primera vez que le vio y carajo, ese mismo día había dudado de su sexualidad demasiado, al punto en que buscó en internet test para saber si era gay o bisexual, porque ciertamente antes le había gustado su amiga.
Pero con él tiempo empezó a pasar más tiempo con Shinsou y en un abrir y cerrar de ojos callo enamorado de aquel chico. Pero aún no estaba listo, ni para decirle a sus amigos y mucho menos a su familia.
Aunque si haría algo, por Shinsou.
— Shinzo... — lo llamo, el nombrado rápidamente le miró y comprendió que deseaba hablar con él.
— Eri, ¿que te parece si dibujas aquí lo que quieras? — le dio su libreta de clases, dejando por unos minutos solo a la infante— ¿Qué pasa?.
Estaban solos en aquella sala, la mayoría habían aprovechando el domingo para salir con sus familias y otros simplemente habían decidido quedarse en sus habitaciones. Así que lograrían hablar con tranquilidad.
— Quizás no sea tan malo contarle a Aizawa-sensei...— susurró, estaba algo apenado, había causado una discusión y ahora venía con esto— entiendo porque quieres decírselo... así que tal vez no sea tan malo...— o eso esperaba.
— Kami, si no te sientes listo no tenemos que hacerlo... quiero que te sientas seguro...— tomo con delicadeza su mano, dando una suave caricia en esta.
— Lo sé y créeme que te lo agradezco, es solo que no estoy listo para decírselo a los demás...— llevaban tres meses saliendo y se sentía mal por seguir ocultándolo, pero tenía miedo.
— Lo sé, a mi me costó mucho cuando se lo dije a Monoma, al principio creyó que bromeaba... pero luego entendió que seguía siendo yo, aunque mi preferencia fuera otra...— dejó un pequeño beso sobre su mano.
— Ese es mi problema, le tengo mucho cariño a ellos y me da miedo su reacción... pero se que tu padre no nos juzgaría o reaccionaría mal...— tampoco quería meter en problemas a su novio con su padre.
— Entonces luego se lo diremos, tranquilo...— sonrió, para luego besar la frente del rubio.
— Denki, ¿Podemos hacerle un postre a papá? — cuestionó la infante, la pequeña hace mucho había empezado a decirle por su nombre y eso hacía que su corazón de pikachu se enterneciera.
— Por supuesto que sí mi pequeña, solo que vamos a necesitar ayuda para no hacer un desastre — bromeó el rubio, dejando que la infante apoyara sus manitas sobre sus rodillas y mostrara una linda sonrisita.
