Capitulo 4.

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Mina miraba a su objetivo: Ochako Uraraka

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Mina miraba a su objetivo: Ochako Uraraka.

Estaban cambiándose por sus trajes de héroes para el entrenamiento, hasta que notó algo raro en el hombro de su amiga... una ¿mordida?.

Termino de ponerse sus botas rápidamente y se acercó a su amiga para iniciar el plan.

Plan A: interrogar discretamente a Ochako.

— Nena... necesito tu ayuda — la rosada se sentó junto a la joven, ayudándole a subir el cierre de su traje.

— Claro, ¿Dime que necesitas? — cuestionó, mientras empezaba a calzarse.

— Bueno, vi el colgante que traes puesto y quería preguntarte dónde lo compraste....— indagó, la castaña siguió en lo suyo mientras asentía con la cabeza.

— Fue un regalo, pero puedo preguntarle dónde lo compro... ¿Pero porque preguntas? — cuestionó la joven, mientras arqueaba una ceja.

— Bueno, quería regalarle algo similar a Kirishima — era mentira, pero serviría.

— Luego te aviso donde los compraron — le sonrió, para luego ponerse de pie y acomodar su cabello.

— ¿Son de pareja? — cuestionó bajo, mientras tomaba un peine y comenzaba a peinar a su amiga.

Durante las vacaciones el cabello de la castaña había crecido, le llegaba hasta la media espalda ahora y ella aprovechaba para hacerle trenzas para que entrenara cómoda.

— Oh... no lo sé, cuando me lo regalaron no pregunto — por alguna extraña razón, sentía que su amiga sabía algo.

Llevo su mano a su collar, casi nunca lo utilizaba por temor a perderle. Así que se lo quito para guardarlo en su casillero, como siempre hacía cuando entrenaba.

Era un regalo que Bakugou le había dado hace dos meses atrás. En palabras de su chico: solo me gustaron y ya.

Miro por el espejito de su casillero a Mina, quien seguía trenzando su cabello.

— Bueno... ¿sabes que puedes decirme cualquier cosa verdad? — cuestionó, ella quería que sus amigas le tuvieran la confianza para decirles las cosas sin miedo.

— Lo sé Mina, ¿Qué hay de ti?... últimamente te veo muy cerca de Kirishima — colocó la trenza sobre su hombro, jugando un poco con esta mientras miraba a la joven.

— Oh vamos, si Kiri me gustara ya lo sabrías hace mucho tiempo nena...— por alguna razón, su amistad más cercana era con Ochako, si estuviera en problemas o se sintiera mal, iría a ella.

— Lo sé, pero bueno... tal vez a él sí le gustes y no te diga nada — bromeó, ambos se dirigieron a la puerta y sorprendentemente, Kaminaria estaba afuera.

— ¿Mina, te puedo robar un momento a Ochako? — cuestionó, la rosada rápidamente asintió algo extrañada.

Vio a ambos jóvenes alegarse, le pareció raro, pero prefirió ir en busca de sus otros dos amigos. Necesitaba decirles lo que había descubierto. Por su parte, Kaminari estaba soltando pequeñas chispas de la ansiedad.

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