Dormía, dormía como hace mucho tiempo no lo hacía. Oficialmente ya había aprobado todo el año de su carrera, dejando el paso libre a las vacaciones. Por ese motivo no dejaba de dormir y dormir, debía aprovechar cada segundo de sus días sin el infierno de las computadoras, aunque le quedaran cerca de tres meses para cursar el último año.
──¿Cuántas veces debemos repetirte las cosas? No te queremos cerca.
En los últimos días sus pesadillas habían vuelto, y junto a eso los flashbacks de hace unos meses, de sus peleas familiares y todo el desastre que ocurrió luego de eso.
La punta del iceberg.
Cuando comenzó a ir a sesiones con profesionales le dijeron que debía enfrentar esos miedos que tenía a sus padres y solucionar las cosas como correspondía. Por supuesto que él eligió la salida fácil y empezó a "medicarse" con drogas que él mismo se recetaba.
──Lo que nos faltaba, que seas drogadicto── Recordaba las palabras de su padre con total claridad, como si apenas fuera una semana de eso.
Comenzaba a sentir la tensión en su cuerpo y las lágrimas cayendo de sus ojos cuando despertó por un ruido. El timbre de su departamento.
Era solo una pesadilla más.
Rápidamente se levantó de su cama, sintiéndose tambalear levemente. Limpió con sus manos los rastros de lágrimas que habían quedado en su cara y se dirigió hasta la sala, sin siquiera preguntarse quién estaría detrás de la puerta.
Sintió el frío de la puerta enfrente suyo y deslizó sus llaves un par de veces.
──Hola, Iván
Tomás. Otra vez.
¿No se cansaba acaso de ir a su casa? Bueno, realmente solo había estado allí hace algunos días, cuando tuvo la recaída, pero tener esas visitas era tan poco usual que en algún punto le irritaba. A pesar de que su vecino le pareciera de los más lindo y simpático.
──Hola...¿Necesitas algo?── Había sonado mucho más amargado de lo que en realidad solía estar, así que al instante se enderezó y cambió su expresión──¿Querés pasar?──
No, ahora se estaba insultando internamente por decir algo tan estúpido. Socializar jamás había sido su fuerte.
──Claro, con permiso
Dijo el castaño adentrándose en el frío departamento, en esas épocas de verano Iván solía mantener el aire prendido durante horas y horas.
──¿Algo para tomar?
Sonrió de la forma más natural en la que pudo y miró al chico, que solo pidió un vaso de agua.
──Muchas gracias── El mayor miraba extrañado al dueño del hogar, que no parecía estar muy bien.
Ojeras sumamente notables, voz cansada y respiración rápida. Algo andaba mal, y aunque sabía que entrometerse en la vida de los demás no estaba bien visto, él lo haría, de a poco y con las mejores intenciones del mundo.
Cuando el de pelo negro volvió a él con el agua, ambos se sentaron en unas sillas y esperaron a que alguno de los dos hablara, lo cual creó un momento incómodo.
──Entonces..¿Viniste a...?
──Oh, cierto── Por momentos olvidaba que tenía enfrente suyo a su amado ──Te quería preguntar si tenés azúcar, yo no tengo más y como es domingo está todo cerrado ──
──Claro, ahora traigo ──
♡
[sᴀᴠᴇ ᴍᴇ]
♡──Deberíamos juntar firmas para que alguien arregle esa pared, está a poco de derrumbarse ── Dijo Iván, a lo que ambos chicos comenzaron a reír, como lo habían hecho gran parte de la tarde.
──Ponés cara de malo, pero en realidad sos un amor── El castaño dijo sin pensar demasiado aquello.
El chico solo se sonrojó y comenzó a reír por los nervios. Se sentía raro, no era como el tono de voz que se usaría para una conversación normal, sonaba más a chamuyo que otra cosa.
──Me tengo que ir
Habló sin más y se levantó del asiento de madera, junto al menor, que lo acompañó hasta la puerta del departamento para despedirse.
──Gracias por venir
Hace meses que no se sentía tan cómodo con una persona casi desconocida.
──Un día de estos tenemos que salir ¿Querés?──
Otra vez esa voz rara. Iván podría ser poco social y tener una vida romántica nula, pero reconocería ese tipo de intenciones a kilómetros.
──Claro, no tengo problema
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𝐒𝐀𝐕𝐄 𝐌𝐄 ───♡♡♡ 𝐓𝐨𝐦𝐢𝐯𝐚𝐧
FanfictionCuando el odio que te tenés a vos mismo es más fuerte que el amor por los demás, hacés cosas malas. Porque después de todo ¿Quién podría querer a un chico tan inseguro? tan dañado y roto, como lo está Iván. Si tan solo supiera que hay un chico que...