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Era consciente de que hacer esto estaba mal aunque realmente la empatía para mí no existe, además... Max me gustaba, su ropa de vago, sus ojos cafés oscuro, sus piercings, su cabello alborotado, todo en el me era atractivo a pesar de que éramos muy contrarios, eso solo me gustaba más de él.
Solo es eso, un simple gusto y nada más allá.
Estábamos en el patio pero el seguía sin soltarme la mano.
— Vamos allá, no hay nadie cerca de la alberca. —Me miraba de reojo y yo solo asentí con la cabeza, eso me sorprendió, ¿Por qué donde no había nadie? De igual forma quería saber que pasaría, quería dejarme llevar.
Me jalo para ir hacia donde dijo, caminamos hasta llegar ahí, me soltó la mano y se sentó, yo me senté a su lado un poco nervioso, había un silencio algo incómodo.
— ¿Por qué decidiste no odiarme? Debe haber al menos una razón más convincente.
— Pues... Pensé que sería agradable conocerte aunque sea un poco, después de todo no nos conocemos del todo.
Nos quedamos en silencio viéndonos fijamente, le di una sonrisa inocente y me acerque más a el hasta el punto de que sentía su respiración en mis labios.
— "Podríamos conocernos ahora" — Susurre cerca de su oído, note como Max se estremeció.
Se inclino hacia atrás y su mano agarro mi cintura pero yo lo aparte apesar de que quería.
— Aquí no, hay personas y nos pueden ver. — Me miró con intensidad, sabía lo que quería.
— ¿Y eso qué? No nos miran.
— No, Maxxie. — Le dije en tono burlón, miro mis labios con deseo y mordió su labio inferior, llamarlo así pareció gustarle...
— Vamonos de aquí entonces.
Tomo mi mano nuevamente, salimos del patio y me llevo a jalones hasta el estacionamiento, sentía la adrenalina recorrer cada parte de mi cuerpo quería más, ansiaba por más.
— ¿Cuál es tu auto?
— Es el Cadillac gris semioscuro.
Estaba hasta un rincón donde no se veía casi nada más que una lámpara color morado que nos iluminaba, no había nadie, solo un par de personas pero más lejanos.
— Bien, su majestad, aquí no hay absolutamente nadie, ¿Podemos conocernos ahora? — Dijo con una sonrisa burlona.
— Mmm tal vez... — Lo mire desafiante, quería saber que haría o más bien que me haría...
