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Al salir del salón mire por ambos lados de los pasillos de la universidad tratando de buscar a Bradley, dirigí mi mirada enfrente y ahí estaba entrando por uno de los pasillos del fondo, lo seguí para alcanzarlo, ¿Qué era lo que quería? ¿Qué tramaba? Miles de dudas pasaban por mi cabeza mientras lo seguía, el era rápido. Lo seguí hasta que lo perdí de vista un momento, estaba junto a los baños mirando por todos lados tratando de buscarlo pero no lo veía por ningún lado, me recargue en la puerta del baño derrotado y cansado de casi correr por los pasillos, hasta que alguien abrió la puerta del baño y me caí para atras chocando con el suelo, cerré los ojos por el dolor de golpe.
— Casi lo consigues, novato. — Abrí los ojos sorprendido y mirando hacia arriba, ahí estaba Bradley, mirándome con una sonrisa en su rostro, yo lo miré confundido sin entender lo que había dicho.
— ¿A qué te refieres?
— Alcanzarme fácilmente, eres despistado.
— ¿Y eso qué? Mejor se amable y ayudame a levantarme. — Giró la cabeza a la derecha, claramente negándose, rodeé los ojos y me levanté yo solo, para ser tan elegante era tan arrogante.
— Entonces, ¿Para qué me hiciste venir hasta acá? — Dió una risa corta, me puso confuso esa expresión de el.
— ¿Tu querías venir hasta acá?
No lo entendía, no entendía nada.
— Tu me dijiste que... - Pensé por un momento en que decir pero me costaba entender sus palabras. — Deja eso de lado Brad y dime que quieres. — Me miró con una ceja alzada y bufo.
— Pensé que serías más inteligente, en fin... — Se acercó más a mí y yo retrocedí hasta quedar recargado del lavabo, lo miré sorprendido y con el ceño fruncido, tenía dudas de que es lo que haría o que diría, por favor que me besara o me tocará, que importaba donde estuviéramos.
— Te quiero a ti Max... ¿Tú no a mi? Tienes la oportunidad de terminar con esto ahora... — Me quedé serio, mirándolo fijamente y así fue por unos segundos.
— ¿Terminar con esto? ¿A qué te refieres si no hay nada? — Di una risa seca y el me miró confundido y con el ceño fruncido, no había dicho mentiras. ¿A qué venía esa cara?
— Oh... Deberías razonar mejor las palabras, Maxxie.
— ¿Qué- — Antes de acabar de hablar sentí sus labios sobre los míos, lo que tanto deseaba (nuevamente) había sucedido otra vez, me deje llevar apesar de que no entendía lo que me quiso decir antes.
