Capítulo 2: Secretos Revelados

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Mientras Bell guiaba a Peter por las bulliciosas calles de Orario, Peter no pudo evitar maravillarse ante las vistas y los sonidos de esta vibrante ciudad. Pancartas coloridas ondeaban con la brisa, mientras los vendedores ambulantes llamaban a los transeúntes, pregonando sus productos con entusiasmo contagioso. El aire estaba lleno del murmullo de las conversaciones y el sonido distante de las campanas de las torres cercanas.

Bell caminó con determinación, abriéndose paso entre la multitud de personas con practicada facilidad. De vez en cuando miraba a Peter, mostrando una brillante sonrisa mientras compartía con entusiasmo datos sobre la ciudad y sus habitantes.

—Orario es un crisol de culturas y razas —explicó Bell, señalando a la diversa multitud que los rodeaba—. Gente de todas partes viene aquí en busca de aventuras y fortuna en el calabozo.

Peter asumió que Orario era el nombre de la ciudad, más que el del país.

Mientras caminaban, Bell señaló varios puntos de referencia y de interés, con un entusiasmo contagioso. Peter no pudo evitar sentirse atraído por la emoción del niño, a pesar de sus dudas e incertidumbres persistentes.

Finalmente llegaron a su destino: el Panteón, el edificio principal del Gremio.

—Bienvenido al gremio —proclamó Bell, con los ojos brillando de entusiasmo—. Este es el corazón de los esfuerzos de los aventureros en Orario. Aquí, los aventureros deben registrarse antes de adentrarse en la mazmorra, intercambiar cristales e intercambiar objetos de los monstruos —su voz adquirió un tono de respeto mientras continuaba—: El gremio también ofrece el invaluable servicio de brindar asesores para guiar a los nuevos aventureros en sus misiones, asegurándose de que naveguen por los peligros de la mazmorra de manera segura.

Peter siguió a Bell al interior, maravillándose del caos organizado en el interior del Gremio. Su amplio espacio estaba lleno de actividad, con mostradores para que los aventureros hablaran con sus asesores y un área de intercambio donde se comercializaban bienes. Bell fue amablemente señalando y explicando todo. Peter notó pequeños palcos de reunión donde los aventureros podían conversar en privado con sus asesores, garantizando la confidencialidad. El área de la biblioteca llamó su atención, insinuando la gran cantidad de conocimientos contenidos dentro de los muros del Gremio.

Finalmente, se acercaron a un escritorio donde estaba sentada una figura esbelta y elegante, absorta en su trabajo. Sus orejas puntiagudas y sus ojos esmeralda la marcaban como una Medio Elfa, y Peter no pudo evitar notar la belleza que irradiaba de ella a pesar de su comportamiento serio.

—¡Oye, Eina! —la voz de Bell resonó alegremente por el pasillo mientras se acercaba a su escritorio. Eina levantó la vista de su papeleo, su expresión pasó de la concentración a la sorpresa cuando notó al compañero de Bell.

—Bell, ¿quién es? —preguntó ella, su tono suave pero curioso.

—Este es Peter —lo presentó Bell con una amplia sonrisa—. Es nuevo en Orario y pensé que le vendría bien conocerte.

La mirada de Eina recorrió a Peter, evaluándolo con atención. Peter no pudo evitar sentir una sensación de escrutinio bajo su mirada esmeralda, como si pudiera ver a través de él. Él se movió ligeramente bajo su mirada penetrante, sintiéndose un poco incómodo.

—Encantado de conocerte, Peter —lo saludó Eina cortésmente, su voz tenía un toque de calidez debajo de su exterior tranquilo—. Soy Eina Tulle, asesora de Bell aquí en el Gremio.

—Igualmente —respondió Peter, ofreciéndole una sonrisa amistosa a cambio.

Bell intervino.

—Eina ha sido de gran ayuda para mí desde que comencé a aventurarme.

𝐼𝑠 𝑖𝑡 𝑊𝑟𝑜𝑛𝑔 𝑡𝑜 𝑆𝑤𝑖𝑛𝑔 𝑇𝘩𝑟𝑜𝑢𝑔𝘩 𝑡𝘩𝑒 𝐷𝑢𝑛𝑔𝑒𝑜𝑛?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora