𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏.

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- ¿Qué tal Millaray? — Cuestionó Ari, su hermana adoptiva, quien se encontraba recostada en la parte superior de una de las dos literaturas de la habitación mientras jugaba Among Us

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- ¿Qué tal Millaray? — Cuestionó Ari, su hermana adoptiva, quien se encontraba recostada en la parte superior de una de las dos literaturas de la habitación mientras jugaba Among Us. — Es linda.

- Tiene novia, Ari, te lo he dicho. — Se negó de inmediato mientras arrugaba su nariz. — ¿Negro o rojo? — Preguntó al colocar dos sudaderas frente a su cuerpo, encontrándose completamente indecisa.

- El rojo dice que eres sexy y atrevida. — Observó Brisa, otra de sus hermanas adoptivas, quien estaba recostada sobre la parte superior de la otra litera con un laptop sobre sus piernas.

- Pero el negro dice que eres una chica ruda e intimidante, y vas a trabajar en una tienda de tatuajes mientras intentas pretender que tu piel está llena de tinta, así que creo que este alejará a los curiosos. — Observó Molly, la mayor de ellas. Estaba tratando de quitarle la laptop a Brisa.

- Supongo que me voy por lo seguro. — Decidió mientras se quitaba la camiseta azul que llevaba.

- Hablando de ir por lo seguro... puedes ir con Gabriela. — Sugirió Ari casualmente.

La habitación se quedó en silencio.

- Terminé con ella hace seis meses, Ari. No iré con Gabriela, y mucho menos para que Lenay te deje ir a una fiesta junto a tu estúpido novio.

- Vamos, Alo. Por favor. — Le suplicó mientras hacía un puchero. La tatuadora rodó los ojos.

- Iré. — Terminó cediendo. — Pero definitivamente no con Gabriela. Tendrás que buscarme a alguien más.

- ¿Qué tal Carlos? Es gay, se llevan bien y estoy segura de que se alejará de ti en cuando vea la gran cantidad de chicos que habrá allí.

Carlos había sido el primer novio de Ari. Se separaron luego de una semana, pues él se había dado cuenta de que le gustaban los chicos y a Abril... a ella simplemente le gustaban las mujeres también. Aún así luego de su fallido amorío, ambos se habían mantenido en contacto.

- Tendrás que hablar con él. — Aceptó Alondra con un encogimiento de hombros. Rápidamente la sudadera negra pasó con su cabeza, y con un suspiro se sentó frente al tocador.

Abril dejó escapar un chillido.

- ¡Eres la mejor hermana adoptiva del mundo, Alo!

- ¡¿Qué hay de mí?! ¡Soy asombrosa! — Se indignó Molly.

- Lo eres, pero cuando te pedí que me acompañaras te negaste y dijiste que preferías quedarte con Bri a jugar.

- Eso es porque soy su favorita. — Presumió Brisa, acurrucándose con Molly, una leve sonrisa decorando sus labios.

- En realidad es porque odio al novio de Ari...

- ¡Molly!

Alondra rió desde su lugar mientras intentaba maquillarse para hacerse ver un poco más madura y profesional.

La tatuadora de libélulas // RailoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora